México (23 de diciembre).-

Llegó la cena navideña, el espacio ideal para estar con tus seres queridos. Como la tía que no para de hablar, el tío que tiene mal aliento o tu primo freak. OK, a veces la cena de Navidad no suena tan padre, pero, ¡una vez al año no hace daño!

Aprovecha para contar tus últimas aventuras y olvídate por un rato de tu teléfono. Antes de que preguntes, sí, es posible: tu mismo celular te ayudará.

Si eres adicto sólo a un jueguito o a Snapchat, App Detox te va a ayudar: usa todo lo que hay en tu teléfono, excepto esa aplicación en la que gastas tu tiempo. Configura App Detox para que te permita usar esa cierta app sólo una vez en toda la noche, o una vez cada dos horas, o según la intensidad de tu adicción. Claro, si te sientes especialmente valiente, puedes decirle que te bloquee esa aplicación durante toda la noche.

Si vas de Facebook a WhatsApp e incluso a hacer llamadas sin ton ni son, usa Offtime. Aquí verás primero tu estadística de uso del teléfono, y con esa información podrás definir qué aplicaciones e incluso qué contactos bloquear. Excelente herramienta para silenciar ese chat tan intenso que no deja de sonar todo el día.

También te permite mandar mensajes automáticos, como “Estoy en una cena, te busco al rato”, y aunque no puedes personalizarlos, hay bastantes opciones que te servirán.

Quizá admites que eres un adicto absoluto al celular. Si estás seguro de que no podrás dejar el teléfono durante la cena navideña, necesitas ayuda de verdad, y Flipd podrá dártela.

Esta app bloquea todo tu celular por el tiempo que definas, permitiéndote solamente dejar un par de números de emergencia. Y si sientes que eso no es suficiente, en esta aplicación puedes hacer grupos y bloquear los teléfonos de todos los miembros.

Por ejemplo: en tu fiesta navideña, haz uno con tus primos; así, en cuanto veas que uno de ellos empieza a tocar el teléfono, puedes bloqueárselo a distancia. Ojo, porque ellos también podrán hacértelo a ti.

Y claro, no olvides el mejor pretexto para sacar el celular: justo cuando todos piensen que vas a dejar de convivir en la cena navideña por andar viendo Twitter, abre la cámara, apúntala hacia la fiesta, y diles a todos que griten “¡Feliz Navidad!” para tomar la mejor foto de la fiesta.