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México (27 de febrero).-
No todo lo espumoso es sólo para celebración, si hay una bebida que es refrescante, burbujeante y que gusta por su sabor a manzana es la sidra.
Se trata de un fermentado hecho con diferentes variedades de manzana y que no sólo se puede conseguir en Puebla, también es tradicional de Normandía en Francia, de Asturias en España y de diferentes puntos en Canadá, donde incluso se cosecha el fruto congelado para concentrar su azúcar.
Aunque las puedes maridar con muchos platos de corte frutal o dulce, los expertos dicen que se aprecia mejor la calidad de una sidra cuando se bebe sola.
“La de la marca La Pipa es más ácida y tiene una nota más seca y verde, mientras que la de Trabanco es un poco más dulce. Lo ideal es preguntar en la tienda el gusto de la sidra y así saber cómo se va a tomar”, sugiere Mauricio Jiménez, sommelier de La Castellana.
En Huejotzingo, México se hace, en contraste, la Copa de Oro donde resalta mucho la dulzura y un ligero añejamiento al guardar el líquido en fudres (grandes barricas de madera).
“Llega a tener entre 90 y 110 gramos de azúcar por litro y es más flexible en cuanto a maridaje, porque se lleva con chile en nogada, pipian verde, carnes blancas como cerdo o pollo, con salsas cremosas, crème brûlée o chocolate”, señala el sommelier Crescencio González.
La tradición de elaborarla en Puebla viene de algunas familias que llegaron de Asturias al País.
Las canadienses, y sobre todo las de manzana congelada, son como vinos de postre y se aconsejan beber muy frías.