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México (27 de abril).-
Intentó comprobar que eran falsos los cuestionamientos sobre los apuros que deben pasar los contribuyentes para hacer sus trámites en el SAT, pero al llegar a un módulo, el Jefe del Servicio de Administración Tributaria, Aristóteles Núñez, se enfrentó por sí mismo al caos.
La pregunta del reportero no le cayó bien al titular del SAT.
“¿Por qué en algunos módulos de atención, como el de la Colonia Del Valle (en la Ciudad de México), no están atendiendo a los contribuyentes que no tienen cita y que van por su firma electrónica?”, se le cuestionó al término de un evento.
“No me consta”, respondió Núñez. “A los que no tienen cita se les atiende en la medida de la disponibilidad del servicio, pero no por ello se les despide o se les corre de las oficinas. Sólo tienen que esperar para ofrecerles el servicio”.
El periodista preguntó entonces: si el funcionario estaba seguro del servicio otorgado, ¿por qué no ir directamente al módulo de atención Del Valle y comprobarlo?
El Jefe del SAT aceptó la invitación.
Desde un hotel frente a la Alameda, acompañado de un asistente y un elemento de su seguridad personal, se enfiló hacia el Metro Juárez. “Es más rápido”, dijo.
Al llegar al módulo de atención se detuvo para ver si en verdad los contribuyentes eran rechazados desde la entrada.
Núñez evaluó la situación en la que la restricción presupuestal y el volumen de contribuyentes los ha desbordado.
Presenció cómo un contribuyente se acercó a la fila de alrededor de 40 personas y pidió información. Iba por la firma electrónica, pero no llevaba cita.
De inmediato un guardia de seguridad, no un asesor del SAT, le cerró el paso al contribuyente.
“En este módulo no se atiende a los que no traen cita y si quiere la firma electrónica tiene que ir a otro módulo”, informó el guardia, que llevaba horas diciendo lo mismo.
El jefe del SAT verificó el rechazo. Ya no discutió e, incluso, se puso a atender a los usuarios.
Y durante casi una hora, Núñez se volvió un asesor más del módulo Del Valle y constató las inquietudes de los contribuyentes y los retos de su personal, algo que no se había visto en otro funcionario público con su responsabilidad.
Aunque el fisco ha anunciado que la mayor parte de los trámites se pueden hacer por internet, para muchos es casi obligatorio acudir a un módulo.
No hay citas, de hecho en algunos módulos hay espacio hasta después de julio, cuando ya la época de declaraciones pasó.
Y por si fuera poco, hay que esperar más de 100 turnos para hablar por teléfono o través de su chat en línea con un asesor del fisco.
“Es una realidad, vamos a evaluar”, dijo Núñez.