1120 palabras
*México (17 de agosto).-
El actor Polo Ortín falleció la madrugada del martes frente a su esposa, Olga Rinzo, y su hijo Jorge, quien le practicó ejercicios de resucitación para tratar de despertarlo. Tenía 88 años.
“Se levantó al baño como a las tres y media, y al entrar se cayó y no se levantó. Mi mamá fue a verlo, quiso abrir la puerta y no podía. Salí yo, porque estaba con ellos, y lo tuve que empujar para poder abrir la puerta.
“Todavía alcanzó a reaccionarme tres veces, después lo acosté en el suelo, le di resucitación por siete minutos y ya no pude lograr nada”, detalló Jorge el martes, en un velatorio de la Colonia San Rafael.
El primer actor había librado diversos padecimientos a lo largo de su vida, como cáncer y problemas en el corazón.
El dictamen médico dice que falleció de un paro cardiaco, pero su hijo cree que fue respiratorio. Desde hace dos semanas Ortín lidiaba con una bronquitis.
“El doctor dice que fue un infarto al miocardio, pero, la verdad, pensándolo bien, creo que fue un paro respiratorio porque, de repente, dejaba de respirar muy fuerte. Igual fueron las dos cosas”.
Pese a tener los ojos vidriosos y voz entrecortada, en todo momento Jorge encontró fortaleza para hablar del deceso. También estaba mortificado por su mamá, pues el suceso le afectó profundamente.
“Está muy mal. Estoy preocupado porque ahorita, entre su presión y diabetes, estamos en alarma. A ver si no acabo corriendo al hospital al rato, a ver cómo lo soporta. A ver si no me lo quiere alcanzar…”, reflexionó.
Ortín estaba considerado para El Bien Amado, la nueva telenovela de Nicandro Díaz, y se sentía muy motivado.
“Teníamos el personaje Arcadio, ya habíamos empezado a tener juntas con los directores para prepararlo, (él) era muy participativo y vital. Vine a despedirme de él y agradecerle tanta diversión y su amistad”, dijo Díaz, al darle el último adiós.
Carlos Ignacio, amigo de Ortín desde hace 25 años, fue el primer actor en llegar al velorio.
Luego lo hicieron Darío Ripoll, César Bono, Eduardo España y Moisés Suárez (con quienes participó en la serie Vecinos), además de Pepe Magaña, Rafael Inclán, Gabriela Goldsmith, Wanda Seux, María Prado, Humberto Dupeyrón, Álex Castillo, Ricardo Hill, Gabriel Garzón y Humberto Elizondo.
“Polo era un hombre muy fuerte y sano, trabajó desde el vientre de su madre, y luego, en brazos de sus padres. Su primera película fue a los 8 años, Los Dos Pilletes, con Narciso Busquets. Lo sé porque siempre me lo presumía. Le decíamos que era el galán otoñal de los cómicos”, compartió Inclán.
“Era divertidísimo, entrañable, un gran ser humano. Tenía mucha alegría por vivir, sobrevivió al cáncer, a los infartos, disfrutaba la buena mesa y siempre tenía restaurantes para recomendar. Yo lo parodiaba y a él le daba mucha risa”, recordó España.
A las 19:00 horas se realizó una misa de cuerpo presente y este miércoles por la mañana será cremado el cuerpo del actor. Con información de Jonathan Garavito
De la picardía al drama Con la partida de Polo Ortín se pierde a un comediante que tal vez no se caracterizó por ser la figura estelar de producciones de cine o televisión, pero que dio un plus a la manera de divertir.
Desde niño se fogueó en los sets de cine, actividad que mantuvo en su etapa juvenil, pero sin lograr gran trascendencia.
Fue hasta los 70 cuando su nombre sonó junto a grandes comediantes que encabezaban los repartos de ese entonces: La India María, Resortes, Los Polivoces, o hasta en las cintas de luchadores, como Blue Demon.
Hasta ese momento, Ortín defendió a capa y espada la comedia familiar. La llegada del cine de ficheras cambiaría su manera de pensar.
De ser el actor de apoyo de los comediantes más populares de la época, pasó al lado de las actrices y vedettes ejecutando otro estilo en la comicidad.
Noches de Cabaret, El Sexo me Da Risa, Sexo contra Sexo y Burlesque fueron las primeras cintas en las que funcionó junto a figuras populares del género como Alberto “El Caballo” Rojas, Sasha Montenegro, Rebeca Silva, Angélica Chaín y Lyn May.
Muchos consideran que cambiar al comicidad blanca por el doble sentido le redituaría poco, pero ocurrió lo contrario.
Por eso fue contratado para varias “tandas” en las que figuraron Las Computadoras, Las Fabulosas del Reventón, La Pulquería, La Pulquería 2 y 3, La Golfa del Barrio, Chile Picante, Las Modelos de Desnudos, Las Perfumadas y Las Vedettes, pero haría más de 50 comedias de este tipo, entre largometrajes y videohomes.
Con el tiempo, la televisión y el teatro captarían más su atención.
Ya en su etapa de primer actor apareció en numerosos melodramas y aunque ya no tuvo la popularidad que le dieron aquellas comedias tan criticadas, se mantuvo vigente.
Ahí se dejó ver en Rosa Salvaje, Alcanzar una Estrella II, María Isabel, Mi Pequeña Traviesa, Soñadoras, Serafín y La Fea más Bella, hasta programas como Vecinos, Mujer, Casos de la Vida Real, y Adictos.
Sus últimas apariciones fueron en Qué Pobres tan Ricos, Amores Verdaderos y, hace unos meses, en La Vecina.