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*México (19 de agosto).-
Jesús Alfredo Guzmán Salazar “Alfredillo”, junto con su hermano Iván Archibaldo “Chapito”, crecieron en la estructura criminal del cártel de Sinaloa bajo el ala de su padre. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos identifica a ambos, desde 2012, como liderazgos dentro de la organización.
Sin embargo, después de la recaptura de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo Guzmán” en enero de este año, el cártel de Sinaloa sufre una guerra interna, señalan diversos medios de comunicación de Sinaloa y Baja California, así como la firma de inteligencia Stratfor.
Por un lado, dentro del cártel de Sinaloa, el grupo de “Los Menorcitos” —como llaman al bando encabezado por Iván Archibaldo y Jesús Alfredo— mantiene una disputa por el control de operaciones en varias regiones de Sinaloa contra el grupo liderado por Dámaso López Nuñez “Licenciado”, compadre del “Chapo” Guzmán, y Dámaso López Serrano “Mini Lic”, quien según fuentes de inteligencia iba a ser el heredero de Guzmán Loera, tras su reaprehensión.
La guerra interna también involucra a Ismael “Mayo” Zambada, principal dirigente de la estructura criminal en contra de Los Dámaso en la zona de Baja California Sur. La violencia alcanzó las ciudades de La Paz y Los Cabos.
Sumado a los problemas internos, el cártel de Sinaloa mantiene una lucha en contra de Los Beltrán Leyva, en particular con el grupo encabezado por Alfredo Beltrán Guzmán, hijo de Alfredo Beltrán Leyva “Mochomo” (detenido en 2008, extraditado a Estados Unidos en noviembre de 2014 y sujeto a proceso penal en la Corte de Distrito de Columbia), y sobrino del propio “Chapo” Guzmán.
La guerra de Alfredo Beltrán Guzmán en contra del cártel de Sinaloa se habría recrudecido tras la muerte de su abuelo Ernesto Guzmán Hidalgo, presuntamente a manos de un grupo encabezado por el medio hermano del “Chapo”, Aureliano Guzmán, alias el “Guano”.
En represalia, Alfredo Beltrán Guzmán “Mochomito” habría encabezado una incursión a la zona serrana de Badiraguato en junio de este año y atacado la casa la madre de Guzmán Loera en el poblado de La Tuna. El “Mochomito” ha sido identificado como el nuevo liderazgo del cártel de los Beltrán Leyva tras la detención de su tío Héctor Beltrán el “Inge” o el “H” en 2014.
Finalmente el cártel de Sinaloa mantiene la lucha contra el cártel Nueva Generación. Ambas agrupaciones fueron aliadas entre 2010 y 2013 en la lucha que mantenían en Jalisco, Colima y Michoacán contra el Grupo La Resistencia, que a su vez recibía apoyo del cártel del Golfo, La Familia Michoacana y el cártel del Milenio.
En 2013, José Manuel Garibay Félix, conocido como “Manuelón” o “Gordo”, vínculo entre el cártel Nueva Generación y de Sinaloa, habría tratado de intervenir en la ciudad de Mexicali, que era controlada por Gonzalo Inzunza Inzunza, el “Macho Prieto”, cabecilla del cártel de Sinaloa. Inzunza habría cobrado venganza y provocó la muerte del “Manuelón”, cuyo cuerpo fue localizado en una carretera de Zapopan. Sin embargo, eso provocó que las relaciones entre agrupaciones se rompiera e iniciara una lucha por el control del territorio de Jalisco. La riña del cártel Nueva Generación es encabezada por su líder Nemesio Oseguera, el “Mencho”.
PARENTELA DE GUZMÁN LOERA
Jesús Alfredo Guzmán Salazar es uno de los nueve hijos reconocidos de Joaquín Guzmán Loera y fruto de su primer matrimonio con Alejandrina Salazar. Sus hermanos son César e Iván Archibaldo, este último detenido en febrero de 2005 y liberado en 2008.
El “Chapo” Guzmán, de su segundo matrimonio con Griselda López Pérez, tuvo cuatro hijos: Édgar, Ovidio y otro varón y una mujer. De su tercer matrimonio con Emma Coronel procreó a dos gemelas.
Édgar fue asesinado el 8 de mayo de 2008 en una plaza de Culiacán, Sinaloa, mientras que Ovidio ha sido identificado por la Secretaría de la Defensa Nacional como uno de los colaboradores del Cártel, aunque su familia lo negó.
Dos hermanos del “Chapo” también fueron detenidos, Arturo “Pollo” Guzmán Loera y Miguel Ángel, el “Mudo”. El primero fue asesinado a cuchilladas en el reclusorio en 2004. El segundo purga una condena de 13 años en una prisión federal.