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México (27 de diciembre).-
Tras cinco horas de que iniciaron los festejos en su honor, la única persona que no está disfrutando de esta enorme fiesta es la misma quinceañera, quien en todo este tiempo no ha sonreído.
Los videos y las fotografías que ya circulan en redes sociales, muestran a la joven potosina muy bien maquillada y con su enorme vestido rojo, sin embargo también reflejan a una niña preocupada, ausente e incluso espantada por todo lo que está pasando en su entorno.
Testigos del evento, quienes han llegado desde lugares como Oaxaca, Querétaro, Monterrey, Chiapas y varias ciudades de los Estados Unidos, coincidieron en señalar que no han visto sonreír a Rubí, primero por el caos que se armó al terminar la ceremonia religiosa y luego por estar rodeada de tanta seguridad que impide a la gente acercársele, incluso a su familia y amigos más cercanos.