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Kabul, Afganistán, abril 15 de 2017
Al menos 94 combatientes del Estado Islámico (EI) han muerto en el ataque que lanzó Estados Unidos contra un complejo de túneles y cuevas que los yihadistas tenían en Afganistán, reportaron autoridades afganas.
Este nuevo balance triplica el número de bajas reportadas inicialmente, tras la explosión de la bomba GBU-43/B, conocida coloquialmente como MOAB, la bomba no nuclear más poderosa de EU y jamás antes utilizada en combate.
Entre los fallecidos se encontrarían al menos cuatro altos mandos de la sección afgana del EI, según el portavoz de la Gobernación de Nangarhar, Ataulá Khogyani, quien ha confirmado la completa destrucción de la zona del impacto.
Tres túneles que los yihadistas empleaban como depósitos de armas y otros equipos que empleaban en la localidad afgana Achin (provincia de Nangarhar, en el este del país centroasiático) quedó completamente en ruinas.
Uno de los fallecidos es un hombre identificado como “Hamza”, hermano de un alto comandante, también muerto, y otros dos jefes identificados como “Abubakar” y “Mohammad Abrani”, según la declaración oficial, citada por la agencia afgana de noticias Pahjwok.
La bomba fue arrojada después de la intensificación de los combates terrestres en la zona entre fuerzas afganas, apoyadas por elementos del ejército estadunidense, y yihadistas del EI.
Un soldado estadunidense de las fuerzas especiales fue asesinado el sábado pasado en Nangarhar, mientras realizaba operaciones militares contra células de los extremistas islámicos.
La bomba pesa nueve mil 525 kilos y tiene formalmente la denominación GBU-43/B, pero es conocida por su acrónimo como MOAB o Masive Ordinance Air Blast Bomb (Bomba de Aire de Explosión Masiva).
A #MOAB bomb strikes #ISIS cave & tunnel systems in eastern #Afghanistan. The strike was designed to minimize risk to Afghan and U.S. Forces pic.twitter.com/7pfBYQzk5F
— U.S. Dept of Defense (@DeptofDefense) 14 de abril de 2017
El Estado Islámico, conocido por su reinado de terror en zonas de Siria e Irak, ha hecho incursiones en Afganistán en los últimos años, donde ha sumado a sus filas a miembros descontentos de los talibanes paquistaníes y afganos, así como los islamistas uzbecos.
Pero el grupo ha perdido terreno, debido a la fuerte presión de los ataques aéreos estadunidenses y a una ofensiva terrestre dirigida por las fuerzas afganas.
En comunicado emitido a través de su agencia de propaganda Amaq, el EI contradijo este viernes la versión inicial de las autoridades afganas al indicar que no hay bajas ni heridos del grupo, tras el ataque con la “madre de todas las bombas”.
Un portavoz del ministerio afgano de Defensa, Daulat Waziri, comentó que el ataque era necesario, porque el complejo de túneles era extremadamente difícil de penetrar, con algunos a una profundidad de 40 metros.