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Mérida, Yuc., México, mayo 6 de 2018. Opinión
El llamado Partido Revolucionario Institucional fue el único que podía, de hecho, tener candidatos ganadores. Los otros partidos fueron apareciendo y los había de 2 tipos: los paleros y los reales. Acción Nacional fue de los más antiguos. De hecho nació antes de que el Revolucionario adoptara el nombre que hoy tiene.
Existía el Partido Oficial y La Oposición. Fueron tiempos en los que militar en la oposición era peligroso. A las personas identificadas como de la oposición se les lanzaban los perros salvajes: el fisco y otras persecuciones. El PAN organizaba rifas de VW sedán clásico para hacerse de fondos. El Oficial usaba fondos del erario público para hacer lo que le diera la gana. El gobierno y el partido oficial eran una misma cosa, como los partidos comunistas de la ex Unión Soviética o los partidos únicos de China o Vietnam, Cuba o Venezuela ahora. No votar por el partido oficial, militar en la oposición, eran traición a la patria, exactamente igual que hoy, MORENA, dice que quien no está con ellos, está Contra el Proyecto de México, como si MORENA fuese la única alternativa válida.
Don Andrés M. López O. ha declarado ya varias veces que el iniciador de la traición fue Carlos Salinas de Gortari. Esa declaración es un claro indicador que el régimen anterior —el del Partido Único— es el régimen al cual don Andrés y sus morenistas quisieran regresar.
Tatiana Clouthier es hija de Manuel J Clouthier, el último panista que se trató de enfrentar al régimen del Partido Único. Murió en un accidente y las malas lenguas insinúan que fue asesinado, pero no se ha probado. López Portillo odiaba cordialmente a Manuel J. Clouthier; lo detestaba y quería efectivamente que personas como Manuel J. Clouthier, no existieran. López Portillo estaba convencido, exactamente igual que don Andrés, de que él era el verdadero único conocedor de los problemas de este país.
Cuando el peso llegó al valor cero, López Portillo culpó a los banqueros de saquear al país y ordenó la expropiación de la banca, gritando que no nos volverían a saquear. En realidad, si pones en el mercado a 1 peso una mercancía que cuesta 500 pesos en el mercado internacional, todos los que tengan pesos que les sobren, van a tirarse encima de esa mercancía que estás vendiendo tan barata. Eso es lógico y elemental. López Portillo vivía en el modo de libertad de impresión de billetes y de préstamos constantes de divisas, porque el régimen del partido único jamás pudo hacer que México lograra acumular divisas.
De la Madrid hizo nada durante su sexenio, porque tenía miedo de hacer cualquier cosa. Su deber habría sido abrir las fronteras para el comercio y promover la producción interna para que sea competitiva con la exportación. No lo hizo. Le tocó hacerlo a Salinas, realmente porque no le quedaba más remedio. El muro de Berlín había ya caído y era necesario colocar a México en los mercados internacionales y hacer lo que el FMI te daba como fórmula para acumular divisas.
Hizo Salinas casi todo; pero le faltó un detalle, dejarle autonomía al Banco de México. Continuó operando a la usanza del poder total y el desastre vino al entrar Zedillo, un doctor en economía de Harvard que sí entendía correctamente la manera de hacer fuerte la economía de un país. La reserva llegó prácticamente a cero. Una empresa (Telmex) debía pagar 10 mil millones de dólares a bancos extranjeros. Los compraron al tipo que dejó Salinas y unos días después se acabó el juego.
Zedillo pidió y obtuvo un préstamo de USD$30 MIL millones. Clinton tuvo que hacer circo, maroma y teatro para lograr que le aprobaran este crédito a México. El sentir entre los congresistas y banqueros era que México no lo pagaría jamás. Zedillo pagó el total con 2 años de anticipación y acabó su sexenio con una reserva de USD$22 MIL MILLONES.
Pero el régimen de Zedillo, como había comenzado a ser el de Salinas, tenía que compartir el poder con las otras fuerzas reales de la sociedad: los empresarios. Los sindicatos paleros tradicionales comenzaron a sufrir y el régimen les dio autonomía. Juntaron miles de millones de pesos y se hicieron ultra fuertes dentro de la oficialada que poco a poco iba dejando de serlo.
Ya habían comenzado a surgir los de la misma línea de protesta de don Andrés. (Lo que solo indica falta de comprensión de la realidad es la presencia de la hija de Clouthier por allí).
Los del partido hegemónico odiaron a Zedillo porque suavizó las cosas para que se diera el gran paso democrático. Y esos mismos, los hegemónicos pudrieron a pulso cualquier decisión que los mexicanos tomaron por sí mismos.
En forma calumniosa destruyeron a pulso la imagen de Vicente Fox. Este no supo defenderse, además de que tenía junto a él a una dama con gran ansia de poder y poco entendimiento de la historia. Entre los hegemónicos y la damita pequeña, le pegaron duro al país.
Calderón debió haber ganado por 10 puntos; en cambio, estuvo a punto de perder, en una elección en la que en estados como Tabasco, Guerrero, Chiapas y Oaxaca, había cientos de casillas con más votos anulados que votos a favor de Acción Nacional.
Los hegemónicos tenían a Calderón amarrado ya sabes de dónde y se burlaron de él una y otra vez. Le habían ofrecido —creo que a cambio de dejarles Yucatán con su Ortega— que apoyarían sus “reformas”. Gran ridículo en que quedó.
Con todo y eso, de la reserva de 22 mil millones de dólares que recibió, Fox entregó una reserva de 66 mil millones. Calderón entregó una reserva de 165 mil millones. EPN la tiene, casi al terminar su mandato, no en los 350 mil millones que se esperaría, sino en escasos 7 mil millones a arriba de la que le entregó Calderón.
La reserva alta significa inversión extranjera y confianza en México. La reserva que no puede subir, indica baja de confianza en el país por falta de inversión extranjera. Así están hoy las cosas.
Uno de los más estúpidos argumentos es considerar que el gobierno es asesino porque las fuerzas armadas de este en todos sus niveles, persiguen delincuentes y los matan. Lo que no se analiza es el hecho de que la gran mayoría de los muertos achacados al gobierno —sea de Calderón o de EPN— son producto de los encuentros salvajes entre facciones que se pelean por territorio o control para el tráfico de sus productos —por cierto, prohibidos, cuando en realidad deberían estar controlados, evitando así mucho derramamiento de esa sangre.
Don Andrés y sus morenistas no parecen entender que los cambios entre el estilo López Portillo y los estilos recientes, no son hacia perjudicar a México, sino son los que han logrado cambiar a México y colocarlo hoy como la primera potencia de América Latina y un lugar 13 como economía a nivel global. Al comenzar Salinas a hacer los cambios que odian los andrecistas morenistas, México era una economía a nivel del lugar 40 o más.
Cuando dicen los de Don Andrés que se trata de regímenes prianistas, están implicando que tanto unos como otros continúan creyendo y fomentando un modelo económico basado en el realismo: divisas, inversiones, impuestos, productividad, competitividad, y similares. Él comenzó diciendo que la reforma educativa va para abajo; defiende a los maestros y no a México —los alumnos. Quiere cancelar una obra —el aeropuerto de CDMX— de inversión tripartita de importancia internacional, aprobada por conocedores técnicos del tema de todo el mundo, solo por sospechar contratos corruptos. París y Londres tienen más de un aeropuerto porque no pudieron hacer, en su momento, lo que hoy México sí puede hacer.
Hay gran competencia entre PRI y PAN. EPN no soporta que Anaya llegue al poder. Prefiere a don Andrés. En el fondo vemos también una historia parecida a don José López Portillo odiando a Manuel J Clouthier. El objetivo de las campañas sucias del PRI contra el PAN es siempre tratar de ponerlos como si fuesen iguales (de corruptos) que ellos mismos. Y los medios se sienten todopoderosos cuando al subir algún panista, de pronto se dan cuenta de que pueden decir lo que les dé la gana, incluso mentiras —para vender más papel.
México es muy complejo, pero no es diferente de las demás democracias. Si la gente no está bien informada, elige opciones que a la larga no le convienen.