437 palabras
Hoy ayer y siempre por los siglos de los siglos... ¡alcohol y drogas! Sólo recuerda el daño que el alcohol causa...
La mente del alcohólico. Parece olvidarlo. El daño al enfermo alcohólico y a su entorno social y familia. Se padecen opresiones, ocurrencias, cinismo, mitomanías —te inventas mentiras— apatía, abandono total de uno mismo. El enfermo alcohólico se engaña a sí mismo. Trata de engañar a los demás sin saber que quien sufre es él mismo. Su mente parece olvidar. Se deja de apreciar —sin conciencia y sin sentido— la pérdida de responsabilidad.
Se oscurece el daño ocasionado. Como enfermo alcohólico, ¿podrías saber cuál fue el origen de ese primer contacto con esa copa de alcohol?
Yo, como alcohólico, tengo a "mi" enfermedad recurrente, una opresión satánica en que me olvido de orar y de oír mi divina inconsciencia, soberbia, necedad y egocentrismo. Es un amor malsano de placer sádico y masoquista, auto destrucción total con miseración, fobias, miedos, venganzas, inseguridad, falta de fe y falta de confianza sana en mi mismo. Ideas incluso suicidas; complejos de inferioridad: no merecer ser amado y no merecer éxito económico.
Las terapias de alcohólico anónimo y los estudios de alcohólico anónimo misteriosa y milagrosamente ayudan a sanar. Te curas emocionalmente aunque muchas veces llegues a recaer. Pero sigue yendo a alcohólicos anónimos: nadie te va a asesinar o a odiar, sino todo lo contrario: te van a amar con locura de maniáticos y sicópatas en recuperación.
Una recuperación puede durar de 15 años a 90 años. Te piden desinflar tu ego, aceptar a tus compañeros y aceptar esta hermandades: una cuna de idiotas y ensalada de locos. Así se manifiesta el "dios bondadoso" de confianza infinito cuando has "pisado fondo". Y vas a tener la necesidad de orar a cada minuto, a cada hora, hasta que te mueras sintiéndote útil, feliz y contento.
Padrinos de alcohólico anónimo los hay que están dispuestos a ayudarte las 24 horas. Difícil de creer, pero existen estos fenómenos de amor adulto.
"Dios: concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo e inteligencia para ver la diferencia. Hágase tu voluntad y no la mía."