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Con el voto de los diputados del PRI y del PAN, la semana pasada el Congreso de Yucatán aprobó una serie de cambios legales relacionados con el inicio de la vida, el aborto, la familia y el matrimonio. Sin discusión en “comisiones” y sin oradores que defendieran en el pleno las reformas promovidas, se consumó el “albazo legislativo” cuyos primeros sorprendidos fueron los propios legisladores, que sólo cumplían “órdenes superiores”.
Yucatán es ya el décimo cuarto estado que se suma a la CRUZADA ANTIABORTISTA, estrategia y medida que negoció la cúpula episcopal con las dirigencias del PAN y del PRI a nivel nacional. Acuerdo que tanto el PRI como el PAN han cumplido a pié juntillas en todos los estados, todos, en los que se han presentado las iniciativas correspondientes.
Queda claro, pues, que los temas de las reformas promovidas por el Congreso yucateco NO ERAN PREOCUPACIÓN de la sociedad yucateca. Los temas, las fórmulas jurídicas y hasta el momento fueron escogidos, impuestos “desde fuera”. La famosa RED PRO YUCATÁN no existía. Fue conformada al vapor, a solicitud y en interés del Palacio de Gobierno para aparentar respaldo social a las aberraciones jurídicas que se propusieron y aprobaron. Fue la fracción del PRI, sin siquiera acordarlo con la RED PRO YUCATAN, la que agregó de manera subrepticia la reforma al artículo primero constitucional, estableciéndose la concepción como el principio de la vida humana y de los derechos de la persona.
¿A qué juega entonces la Gobernadora al convocar al diálogo para revisar y ajustar el contenido y los alcances de las reformas aprobadas por indicaciones de ella? Juega a construir imagen, a ganar tiempo para pasar el 1 de agosto, cuando se realizará el show del Segundo Informe Ciudadano (otra aberración inventada por ella para suplantar atribuciones del Congreso del Estado).
A final de cuentas, Ivonne Ortega se limitará a publicar las reformas legislativas (en particular los cambios al artículo primero constitucional) porque así se lo impone la “línea” del PRI. Ivonne Ortega no puede -ni quiere- desatender una decisión que emana de Carlos Salinas de Gortari y que tiene que ver con los acuerdos que ha venido tejiendo el ex-Presidente con los PODERES FÁCTICOS a fin de asegurar el retorno del PRI a la Presidencia. Ivonne Ortega es una pieza menor en el tablero que juega Carlos Salinas de Gortari y quienes no han terminado de entender esta subordinación terminarán dándose un frentazo por el oportunismo y la ligereza con la que se conduce la Gobernadora de Yucatán.
¿Se quieren muestras más claras de los compromisos que ha asumido el PRI con tal de regresar a Los Pinos? ¿Ahora se entiende la manera como actúan e imponen intereses los PODERES FÁCTICOS, que son los que REALMENTE GOBIERNAN en México? ¿Verdad que no hay mayor diferencia entre ser gobernados por el PRI o por el PAN?