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Haga usted la prueba. Tome el teléfono y ofrezca a sus mejores amigos la noticia de la catástrofe: "¿Ya sabes la última? ¡El PIB cayó 10.3% en el segundo trimestre!". ¿A cuántos les resultará novedosa esta catástrofe? Dudo que sean muchos.
Pero nuestros medios de comunicación, al menos en la red, parecen convencidos de que con ese dato, que a veces ni siquiera entienden, están conmoviendo al mundo.
El Financiero: "Se desploma la economía mexicana"
El Economista: "Cae economía mexicana 10.3% en segundo trimestre"
Reforma: "Tiene PIB su mayor caída en la historia"
EL Universal: "PIB se desploma 10.3% en 2do. trimestre"
La Jornada: "Se desploma 10.3% la economía en el segundo trimestre del año: Inegi"
Milenio: "Se contrae PIB 10.3% en el segundo trimestre: INEGI"
Excélsior: "Registra PIB mayor caída de su historia"
La Crónica de Hoy: "Registra PIB su mayor caída en la historia"
El Sol de México: "Cae PIB 10.3% segundo trimestre, peor tropiezo en 30 años"
La Razón: "Se desploma el PIB 10.3 por ciento"
CNN-Expansión: "La economía mexicana cae 10.3%"
El Semanario: "Registra PIB México su peor caída en la historia, -10.3%"
EsMas: "INEGI: Cae economía 10.3% en el segundo trimestre"
Hechos TV.com: "Registra PIB caída de 10.3% en segundo trimestre"
¿Cae o cayó?, ¿se desploma o se desplomó?, ¿registra o registró?, ¿es o fue?
Veamos: La caída es anual, segundo trimestre de 2009 contra segundo trimestre de 2008, y es dramática porque es de las más altas de las que se tenga registro en la estadística económica de México. Pero es una catástrofe antigua: ¡Estamos a 20 de agosto y ya han pasado 51 largos días del tercer trimestre del año, esto es: ya transcurrió más de 55% del siguiente trimestre al que se está reportando! Si eso no es estar obsesionado con el espejo retrovisor...
Bien. La caída trimestral del PIB, respecto del trimestre inmediato anterior, y no respecto del mismo trimestre del año pasado, fue de 1.2% sin efectos estacionales, como la Semana Santa. Por cierto, en Estados Unidos y en otros países esa medición, la de las variaciones de un trimestre a otro sin efectos estacionales, son las que suelen difundirse y utilizarse.
La cifra es espantosa, pero ya lo sabíamos y si se quiere uno poner puntilloso la noticia debería ser acaso que la media de los pronósticos, que hablaba de una caída de 10.6 por ciento anual en el segundo trimestre, fue 0.3 puntos porcentuales más "pesimista" que la realidad. Nada tampoco para conmover al mundo.
Cuando uno tiene que tomar decisiones los datos más frescos se agradecen; lo que ya perdimos hace más de 50 días debe quedar registrado (y si alguien acaso tuviese un seguro contra caídas del PIB ya sabrá cuánto puede reclamar de indemnización por el pasado trimestre), pero no es muy útil el dato para saber dónde estamos parados hoy y hacia dónde vamos.
En ese sentido, el IGAE, también difundido hoy por el INEGI, ofrece mejores pistas: Caída anual en junio de 8.1%. Caída mensual (junio contra mayo) de 0.2 por ciento (en mayo fue de 0.8 por ciento contra abril). En promedio durante los cinco primeros meses del año las caídas mensuales del IGAE habían sido de uno por ciento mensual, así que la cifra de junio (que, también, ya es historia pasada) no se ve tan mal.
Pero hay otros indicadores más oportunos y frescos, a mi juicio más útiles para tomar decisiones:
* Ventas anuales totales de ANTAD a julio de 2009: crecimiento de 1.3%.
* Ventas anuales totales de Wal-Mart a julio de 2009: ¡crecimiento de 5.9%!
* Crecimiento mensual de la producción de automóviles en julio: ¡35%! (el "truco" es que en julio GM y Chrysler volvieron a producir después de su proceso de bancarrota; ahora, habrá que calcular cómo se verá la huelga de VW en las cifras del mes de agosto, pero eso lo leeremos en los periódicos ¿de noviembre o de diciembre?).
* Crecimiento mensual del empleo: 19 mil empleos más en junio respecto de mayo y 15 mil empleos más en julio respecto de junio.
Nota de A7. Si una sociedad es insistentemente bombardeada para hacerle ver lo más que se pueda lo mal que están las cosas, aunque efectivamente las cosas ya hayan mejorado, ¿quién, dentro de esa sociedad, se beneficia con tal actitud? ¿Quién?
La historia reciente nos narra situaciones fatales: el pisado de fondo. Si como sociedad insistimos en reflejar sólo la caída e ignoramos que efectivamente, ya estamos dejando el fondo nuevamente, ¿qué sucederá con los que perciban sólo la historia negativa pero no los hechos que reflejan recuperación en marcha?
Si son inversionistas, ¡no invertirán! Y habremos provocado el que la profecía se cumpla a sí misma.
Y en el río revuelto, hay molinos políticos que se están llenando de agua...