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CHILPANCINGO, Guerrero, 26 de diciembre.- El padre Gregorio López Gorostieta fue encontrado muerto ayer con un balazo en la cabeza y huellas de tortura, en el municipio de Tlapehuala, en la región de Tierra Caliente.
Mensaje de la Catedral de Altamirano colocado en su página de Facebook.
El cadáver fue hallado alrededor de las 15:00 horas de ayer sobre la carretera federal Arcelia-Altamirano, a la altura del monumento al General Lázaro Cárdenas, en el poblado de Colonia Juárez, informaron autoridades de Tlapehuala.
La madrugada del lunes 22 un comando irrumpió en el seminario católico de Ciudad Altamirano y se llevó al López Gorostieta.
Un mensaje publicado en la página de Facebook de la Catedral de Ciudad Altamirano también informó de la muerte del cura: “Hoy comunico con profundo dolor que nuestro hermano el padre Gregorio López Gorostieta ha partido a la casa del padre (…) Dios perdone a quien hizo tan aberrante acción”.
El día de anteayer, el Obispo de la Diócesis de Altamirano, Maximino Martínez Miranda, hizo un llamado para que cese la violencia en la región de Tierra Caliente, y pidió a los delincuentes la liberación del cura Gregorio López.
El cuerpo del párroco fue velado ayer en el Seminario de Ciudad Altamirano y hoy fue trasladado a su parroquia en la localidad de Nanchititla, Edomex.
A través de su página, la Diócesis de Ciudad Altamirano informó que el jueves fue hallado sin vida el cuerpo del sacerdote Gregorio López Gorostieta, de 39 años de edad, desaparecido desde la noche del domingo 21 a la madrugada del lunes 22 de diciembre.
De acuerdo a la información, el sacerdote habría sido sustraído del interior del seminario de Ciudad Altamirano por individuos armados; la acción motivó la emisión de mensajes hacia sus captores, por parte del Obispo de la región Máximo Martínez Miranda, además del llamado a la paz.
El miércoles 24 de diciembre, sacerdotes y feligreses encabezados por el Obispo Martínez Miranda llevaron a cabo una marcha en Ciudad Altamirano por la paz de la zona, durante el recorrido se oró por el sacerdote López.
En su página de Facebook de la Diócesis de Ciudad Altamirano publicó que con profundo dolor se informa que el padre Gregorio Gorostieta López ha partido a la casa del Padre; además “Dios perdone a quien hizo tan aberrante acción".
En la misma página se da a conocer que su cuerpo arribó al Seminario de Ciudad Altamirano las 11:00 de la noche de ayer jueves. El cuerpo fue hallado sobre la carretera Ciudad Altamirano-Iguala, junto a la piedra esculpida, con forma de cabeza de Lázaro Cárdenas en Tlapehuala, zona de Tierra Caliente, con un disparo de arma de fuego en la cabeza.
Por su parte, la Fiscalía General del Estado (FGE) informó que la 13:00 horas de ayer jueves fue localizado el cuerpo de una persona de sexo masculino en avanzado estado de descomposición, sobre la carretera Ciudad Altamirano-Iguala, cercano al punto conocido como Rancho la Cañada.
De acuerdo a la dependencia estatal, el cuerpo sin vida, aún sin identificar, portaba una playera blanca, de tez blanca. Tendría aproximadamente 72 horas de haber sido privado de la vida.
Un comando irrumpió la madrugada del lunes 22 en el seminario católico de Ciudad Altamirano, región de la Tierra Caliente, y se llevó por la fuerza al sacerdote Gregorio López Gorostieta.
El obispo de la Diócesis de Altamirano, Maximino Martínez Miranda, descartó que se trate de un secuestro porque los captores no se comunicaron para pedir dinero a cambio de la liberación del religioso.
El obispo Maximino Martínez reveló que los sacerdotes católicos han tenido que asumir sus propias medidas de seguridad ante la escalada de violencia desatada por grupos del crimen organizado.
Entre las acciones, difundidas en un comunicado, destaca el rotular los autos donde viajan los religiosos; evitar salir de noche, “que se cuiden mucho y den buen testimonio donde estén”.
Maximino Martínez admitió que “la Diócesis de Ciudad Altamirano ha sufrido mucho, nos duelen nuestros hermanos de Tlatlaya, de cada uno de los que han perdido la vida a consecuencia de esta crisis, nos duele la muerte de nuestros hermanos Habacuc y Asunción, presbíteros y pueblo de Dios, además nos unimos para pedir justicia y paz y el regreso con vida de nuestro hermano Gregorio López Gorostieta".
“Basta ya, es el grito de todos los obispos de México y de esta Diócesis. Basta ya de los que provocan iniquidad, corrupción, impunidad de complicidad y a la vez indiferencia, que lo único que han hecho es provocar violencia, temor y desaparición”, se advierte en el documento.
“A todos esos que generan violencia, los exhorto a que se dejen tocar por nuestro salvador que es el príncipe de la paz en esta Navidad, allá donde se encuentren, y depongan las armas para que emprendan el camino del diálogo y la paz”, se resalta en el texto de la Diócesis de Altamirano. (Agencias)