Ofrece Gobierno del Estado certidumbre jurídica a los ejidatarios de Tinum
Elena Martin586 palabras
“Conocimiento positivo”, fue el nombre que se le dio a la actitud que pretendía que solo se afirmara lo que se pudiese comprobar en alguna forma: en general, que si tú habías visto algo y podías medirlo, que otros, usando semejantes instrumentos, estuviesen también en la posibilidad de encontrar lo mismo.
Creer y conocer son dos cosas muy diferentes. Si el que habla o discute algo no puede entender la diferencia entre creer y conocer, el tiempo está perdido. Por ello es trágico lo que hoy sucede: la gente habla como si fuera profunda conocedora de los temas por los cuales discute.
La realidad es que la información valiosa es escasa; lo más difícil es encontrar gente que tenga la sensibilidad para captar la verdad en donde la hay y descarte el cuento en donde eso es todo de lo que se trata.
Es importante entender que solo es factible “creer” en aquello que puede ser visible para todos. Cuando alguien dice: no lo puedes ver porque no estás preparado para entenderlo…, es fácil deducir que se trata de una pose. Yo sí lo sé porque yo sí estoy preparado… ¿De verdad?
Esa es la disyuntiva más importante que debemos resolver. ¿Nos basamos en lo que creemos o en lo que sabemos?
Hay algo terrible en lo que debemos concentrarnos: ¿aún no sabes cómo distinguir entre lo que puede deducirse de los estudios científicos y lo que no?
En resumen, ¿puedes distinguir lo que sabemos de lo que creemos? Es cierto, hay un ligero “acto de fe” cuando creemos en los resultados de un estudio científico. Por desgracia, muchos estudios científicos están prostituidos: obtienen resultados para los cuales se pagó. Es más, muchos de ellos, debido a la forma en que deciden las muestras con las que se trabajan, lo mismo que los tiempos y los lugares, están dirigidos a obtener un resultado, que es el que representa.
Eso es lo que nos trae la obligación de encontrar la diferencia entre estudios “científicos” y estudios científicos.
Si no entendemos con facilidad esa diferencia —es lo que está pasando hoy a gran escala— es muy difícil que algún día lleguemos a entendernos y a tener metas comunes para una vida agradable y sana para todos.
Es necesario que los humanos hagamos un acto de inteligencia generalizada de tal manera que acordemos tender hacia saber y a no basarnos en las creencias. Todo lo que está basado en creencias que nadie puede comprobar usando los métodos que llamamos científicos nos conduce a formar sociedades que se fundamentan en dogmas; estos deben ser impuestos porque jamás son aceptados con suavidad.
Los infantes educados en tendencias científicas siempre serán más realistas, además de que actuarán por ética y por convicción propia y no por el premio o por huir del castigo.
Tú sabes por dónde debes empezar. Hazlo, que nos será útil a todos.