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México (15 de mayo) Ex militares estadounidenses se han convertido en aliados de narcotraficantes mexicanos –particularmente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ofreciéndole formación estratégica y paramilitar, dijeron funcionarios y analistas en temas de seguridad a The Wall Street Journal.
Esta situación no es nueva en El Paso, Texas. En el 2009 fue detenido Michael Jackson Apodaca, un soldado de Fort Bliss de 18 años, acusado de matar al testigo protegido José González Galeana por órdenes del Cártel de los Carrillo Fuentes.
“Se van a trabajar por dinero a México y son contratados por los narcos para combatir con otros cárteles o contra el Gobierno, siempre ha sido un problema”, dijo Phil Jordan, ex director del Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC) de la Administración Antidrogas (DEA).
En un reportaje del periodista Juan Montes publicado hace dos días, The Wall Street Journal (WSJ) describe al Cártel Jalisco Nueva Generación como “una nueva amenaza” para México y entrevista a expertos como el comisionado de Seguridad Pública de Jalisco, Alejandro Solorio.
El funcionario afirmó que miembros del cártel que han sido capturados han dicho que al menos un veterano de Estados Unidos –“un agresivo y muy salvaje marine”– también ha estado entrenando a los pistoleros del grupo.
“Creemos que se le pagó una fortuna para darles entrenamiento”, dijo Solorio al WSJ. Agregó que el cártel recibe también apoyo de ex miembros de los kaibiles –un grupo de élite del ejército de Guatemala– y veteranos militares mexicanos.
El trabajo periodístico narra cómo el primero de mayo elementos del CJNG derribaron un helicóptero militar mexicano, matando a ocho de sus tripulantes, en una “declaración de guerra” al Estado Mexicano.
“Las armas del cártel –granadas propulsadas por cohetes, misiles antitanques y rifles de calibre 50 de francotirador– vienen principalmente de los mercados negros de Centroamérica y Estados Unidos”, cita el reportaje.
Apoyo amplio
Entrevistado por El Diario, Phil Jordan confirmó que ex militares de Estados Unidos han ayudado a cárteles de la droga para el uso de armas y la instalación de redes de telecomunicaciones.
Expresó que es una situación nada nueva, ya que desde los tiempos de Caro Quintero se sabía de la presencia de los ex agentes en territorio mexicano o apoyando a los narcotraficantes de aquel país.
“El dinero puede comprar todo, incluso a los ex soldados, si no es que a directores de dependencias de seguridad”, dijo Jordan.
El ex agente de la DEA señaló que una vez que los soldados se jubilan siguen trabajando con los cárteles como sicarios o dándoles entrenamientos, así como ayudarles a la instalación de sus comunicaciones.
Contacto en Texas
El apoyo de ex soldados de Estados Unidos no ha sido sólo a cárteles del centro de México, pues se han encontrado pruebas de que han apoyado a varios grupos como el Cártel de los Carrillo Fuentes, encabezado por Vicente Carrillo Fuentes.
De acuerdo con documentos de la Corte de El Condado de El Paso, existen al menos dos militares que se desempeñaban en Fort Bliss, quienes en el 2009, cometieron asesinatos bajo las órdenes del Cártel de los Carrillo Fuentes.
Se trata de Michael Jackson Apodaca, quien aceptó asesinar a José González Galeana, y que le pagarían a cada uno 5 mil dólares.
Apodaca declaró que la razón del asesinato fue porque González Galeana se había convertido en un informante del gobierno y le debía dinero al cártel.
El soldado raso fue reclutado por otro miembro del Cártel de Carrillo Fuentes identificado como Rubén Rodríguez Dorado, presunto integrante de ese grupo del crimen organizado e informante de la Oficina de la Aplicación de las Leyes de Inmigración y Aduanas (ICE).
Al soldado y otros tres conspiradores los sentenciaron a cadena perpetua por el homicidio de González Galeana.
Otro de los casos fue en del sargento texano Samuel Walker, de 28 años, y el ex teniente Kevin Corley, de 29, tras haber acordado el asesinato de presuntos miembros de Los Zetas.
Los militares pactaron la ejecución de integrantes de una pandilla rival por 50 mil dólares y cocaína.
El ex teniente Corley también había ofrecido entrenar a 40 miembros del cártel y reclutar a otros miembros de su unidad para que se unieran al cártel.
Walke fue condenado por homicidio en noviembre de 2012 y condenado a 15 años de prisión. - (Agencias)