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México (29 de junio).- Las solicitudes de jóvenes para participar en el examen de admisión y poder ingresar a la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa este año fueron a la baja en comparación con años anteriores.
La Secretaría de Educación en Guerrero (SEG) informó que en agosto iniciará el ciclo escolar en ese plantel y que en este 2015 se mantendrá la misma matrícula de 130 estudiantes de nuevo ingreso.
Las autoridades informaron que al examen de admisión sólo llegaron 180 jóvenes, cuando en otros años el número de aspirantes rebasaban los 300 y a veces hasta 400.
José Luis García, integrante del comité estudiantil de esta escuela, reconoció que la baja afluencia de aspirantes a ingresar se debe, en parte, a los hechos violentos ocurridos en Iguala en septiembre del año pasado.
Agregó que muchos padres de familia no quieren que sus hijos estudien en la Isidro Burgos porque el Gobierno, a través de algunos medios de comunicación, acusan a la escuela de ser “un nido de guerrilleros y de violentos”.
“Seguramente una madre o un padre piensa que para qué va a mandar a estudiar a su hijo a esta escuela poniéndolo en riesgo de que lo maten o lo desaparezcan”, afirmó.
Agregó que la única diferencia que tiene Ayotzinapa, en relación a las demás instituciones educativas públicas de Guerrero, es de que se crea en los jóvenes una conciencia social.
“Leer a Marx, Federico Engels, los grandes teóricos del marxismo, no quiere decir que estemos creando guerrilleros”, aseveró.
Problemática interna
El director de la Normal de Ayotzinapa, José Luis Hernández Rivera, aseguró que si bien es cierto después de los acontecimientos de septiembre en Iguala, los estudiantes ya no regresaron a las aulas por participar en las movilizaciones, se acordó con la plantilla académica que los jóvenes realizaran trabajos y en sus ratos libres recibieran clases por internet.
Sin embargo, la mayoría de los estudiantes permanecen activos en las movilizaciones sin atender a las clases.
Hasta antes de la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala, la matrícula de la Normal era de 500 alumnos.
Otra problemática que se presentó es que durante el mes de octubre del 2014, el entonces Gobernador Ángel Aguirre, ordenó a la SEG que a Ayotzinapa ya no se les entregaran los recursos económicos para la alimentación de los estudiantes. Sin embargo, con la llegada de Rogelio Ortega a la Gubernatura, los apoyos económicos se restablecieron.
Lo que ha causado una polémica entre los padres de los 43 normalistas desaparecidos con el grupo de jóvenes que van a egresar en este año es si habrá o no ceremonia de clausura.
Por una parte, los papá de los egresados exigen que haya ceremonia de clausura, ante la oposición de algunos de los padres de los normalistas desaparecidos, quienes acusan al Gobierno estatal de estar fomentando nuevamente la división en la escuela Normal, debido a que existe una versión de que el Gobierno de Rogelio Ortega, ya se comprometió a otorgarles plazas a 120 jóvenes salientes.
Este año, de la Isidro Burgos egresarán 80 jóvenes con la licenciatura en Educación Primaria y 40 en Educación Bilingüe.
Infraestructura
En el 2012, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) envió al Gobierno de Guerrero una recomendación derivado del asesinato de los estudiantes Jorge Alexis Herrera y Gabriel de Jesús Echeverría en la autopista del Sol, el 12 de diciembre del 2011, durante un desalojo que realizaron policías federales y estatales.
En esa recomendación, aparte del castigo a los responsables de estos hechos, establecía que se deberían de mejorar las instalaciones de Ayotzinapa, además de dotarla de mobiliario y equipo educativo.
De los tres edificios donde están los dormitorios que estaban en malas condiciones sólo dos, y uno a medias, se han construido.
“Muchos de los compañeros siguen durmiendo en cuartos donde trasmina el agua y no hay baños”, señaló José Luis García, uno de los líderes del comité estudiantil.
El dirigente señala que, pese a las dificultades que enfrenta en este momento la escuela, existe el acuerdo de la base estudiantil de mantener el apoyo a las familias de sus 43 compañeros.
A 9 meses de los hechos de Iguala, la situación en esta escuela es incierta.- (Agencias)