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México (31 de octubre).-
Los trasplantes de riñón ahora son menos difíciles de conseguir gracias a un experimento que consiste en aceptar recibir un órgano que tiene hepatitis C. Dos centros líderes en trasplantes aseguran que esto les puede salvar la vida, pues ya existen medicamentos que prometen curar la enfermedad.
En las universidades de Pennsylvania y Johns Hopkins ensayan el trasplante de riñones de donantes muertos con hepatitis C a receptores que no tienen el virus. Si las investigaciones resultan positivas, cientos de riñones podrán ser trasplantados cada año.
“La hepatitis C siempre nos aterraba, pero ahora la hepatitis C es solo una enfermedad distinta, suficiente para obtener un riñón años antes de lo que se anticipaba aunque venga con una infección que posiblemente se pueda tratar” , explica Dr. Peter Reese, un nefrólogo en Penn
La lista nacional de espera para un riñón suma las 99 mil personas. Solo 17 mil reciben el trasplante, 4% muere esperando.
Testimonio:
Irma Hendricks de 66 años de edad llevaba esperando al menos 5 años para un trasplante de riñón y la diálisis tres veces por semana la dejaba sin energía. Aunque la cura para la hepatitis no estaba asegurada, Irma tomo la oportunidad de participar en el estudio de Penn.
Irma tomó una píldora contra la hepatitis todos los días durante tres meses, además de la medicación de rigor para el trasplante. Sorprendentemente, los análisis revelaron que la hepatitis C desapareció rápidamente y su riñón funciona bien.