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Bruselas, Bélgica, marzo 23 de 2017
Bélgica rindió ayer un emotivo homenaje a las víctimas de los atentados yihadistas del 22 de marzo de 2016.
Alrededor de 500 personas, según la policía, muchas de la comunidad musulmana, llegaron al centro de Bruselas para recordar a las 32 personas que murieron y más de 320 que resultaron heridas.
Convocados vía redes sociales por el colectivo “Todos Juntos”, los participantes caminaron desde tres puntos diferentes de la ciudad hasta confluir en la plaza de la Bolsa.
Con minutos de silencio, y en otros casos de ruido, se recordó a las víctimas de los atentados, un día que Christelle nunca olvidará: “Hace un año conocí el horror en este mismo lugar”.
“Deseo a cada uno de nosotros todo el coraje necesario para afrontar esta fecha simbólica, toda la fuerza para continuar este combate, que no dura un día, ni un año”, dijo Christelle en la estación de Maalbeek, donde morirían hace un año 16 personas. Ella resultó herida.
A las 09:11 horas de ese fatídico día, Khalid El Bakraoui activó sus explosivos en el metro bruselense, poco después que su hermano Ibrahim y Najim Laachraoui hicieran lo mismo en el aeropuerto de Bruselas, matando a otras 16 personas.
El doble atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) dejó 32 muertos, cientos de víctimas, pero también decenas de familias rotas, como la de Kristin Verellen, cuya pareja Johan, de 58 años, no corrió la misma suerte que Christelle y murió en Maalbeek.
“El 22 de marzo es también mi aniversario. En principio, no hay nada que celebrar, pero el amor triunfa”, confesó esta mujer, a quien el amor la ayudó a levantarse “con más fuerzas” que tiene su cuerpo.
Unas emocionadas Christelle y Kristin pronunciaron estas palabras durante el acto de homenaje en el metro en presencia de unas autoridades belgas de riguroso luto, entre ellas los reyes de los Belgas, Felipe y Matilde.
En la estación de Maalbeek, donde se inauguró una placa con el lema “Nunca olvidaremos”, los asistentes guardaron un minuto de silencio, que contrastó con el minuto de ruido en las calles y en el sistema de transporte público bruselense para homenajear a las víctimas.
A las 09:11 horas en la estación de Pétillon, de donde partió el yihadista que atentó en el metro, la señal de alarma del cierre de puertas se entremezcló durante un minuto con los aplausos de la mayoría de pasajeros, ante la mirada estupefacta del resto, constató la AFP.
Los homenajes comenzaron a primera hora de la mañana con una corta ceremonia de apenas media hora bajo un frío sol primaveral en el aeropuerto de Bruselas, donde Eddy Van Calster, el marido de Fabienne -una empleada del aeropuerto fallecida en el atentado-, interpretó una balada rock.