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Ciudad de México, México, diciembre 13 de 2017
El pasado 7 de diciembre, los senadores priistas, Tereso Medina Ramírez, quien es miembro de la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM) desde 1980 y quien ha ocupado varios puestos dentro de esa organización, e Isaías González Cuevas, integrante y ex funcionario de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y quien sólo tiene estudios de secundaria, presentaron al Senado de la República la iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo. Ahí proponen quitarle todos los candados a la subcontratación; es decir, abre la puerta de par en par al outsourcing o subcontratación, con el mínimo de prestación laboral.
Se trata de cambios al Artículo 15 A de la actual Ley y es, por completo, una iniciativa priista. De aprobarse tal cual fue presentada, dejaría como única obligación de una empresa con sus trabajadores, registrarlo ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y darle constancia de inscripción al Registro Federal de Contribuyentes (RFC).
La propuesta se presentó el pasado 7 de diciembre, cuando en el Senado la atención estaba puesta en la aprobación de la Ley de Seguridad Interior. La Ley forma parte de las leyes secundarias que están contempladas en materia y que deben emitirse antes de febrero de 2018.
De acuerdo con expertos en materia laboral consultados por SinEmbargo, si la Ley pasa como está podría tener efectos en términos de desigualdad y bienestar en los mexicanos, ya que si el Gobierno federal busca avanzar hacia la flexibilización laboral, debería proponer a la par políticas para dar a los trabajadores contratados por outsourcing, acceso a la salud, una pensión, seguro de desempleo, indemnización, etcétera. O sea, todas las prestaciones.
Además, en el terreno de las cifras y la experiencia, resulta evidente que esta política laboral no ha dado los frutos esperados en bienestar ni en generación de empleos de calidad.
Actualmente, la Ley establece ciertos topes a la contratación vía outsourcing. Por ejemplo, está prohibido que todo el personal de una empresa completa esté contratado bajo ese esquema, no se puede contratar de esa manera a alguien que realice el mismo trabajo que alguien contratado directamente, no se permite si la empresa se deslinda de sus obligaciones patronales o si busca transferir a sus trabajadores para tener menores derechos laborales.
Con la iniciativa, sería ahora la empresa que contrata, la que informaría regularmente a la empresa sobre los cumplimientos de sus obligaciones laborales y pasaría a ser la nueva figura patronal.
“Las empresas contratistas se entienden patrones respecto de sus trabajadores aun cuando éstos desempeñen labores a favor de un tercero y deberán cumplir con la responsabilidad que de esto se derive”, se puede leer en el documento presentado.
La contratista deberá informar de manera periódica a la contratante respecto del cumplimiento de todas las obligaciones de carácter laboral, de seguridad social, salud y medio ambiente. Para este efecto los contratantes deberán pactar la forma en la que se dará cumplimiento a esta obligación debiendo contar por escrito en el contrato de servicios.
Otros efectos que se han encontrado son mayores trámites para el emplazamiento a huelga y cambios en las garantías vigentes en materia de aviso de despido por escrito y en el procedimiento.
Se buscó la postura de los senadores priistas Tereso Medina e Isaías González, pero no hubo respuesta alguna.- (Con información de SinEmbargoMX)