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México (20 de abril).- “Te quieren ver en ‘El Cerro’”. Ése era el mensaje que recibían funcionarios de Michoacán antes de ir a ponerse a las órdenes de Nazario Moreno, “El Chayo”, cuando éste era el máximo líder de Los Caballeros Templarios.
El fin de estos encuentros era establecer los cobros de cuota que entregarían los ayuntamientos a la organización delictiva y la protección que las autoridades estatales debían brindar a las actividades de los templarios.
De acuerdo con testimonios de funcionarios retirados y en activo, el apogeo de estas visitas se reportó entre el 2009 y el 2013, meses antes de que “El Chayo” fuera abatido por las fuerzas federales el 9 de marzo.
Los encuentros se realizaban en el rancho del capo conocido como La Fortaleza de Anunnaki, asentado en siete hectáreas cerca de Guanajuatillo, Apatzingán, de donde era originario Nazario.
Hasta ahí llegaban funcionarios del Palacio de Gobierno de Michoacán, en Morelia, además de legisladores, presidentes municipales, regidores, síndicos y colaboradores de los ayuntamientos dentro del estado, coincidieron testigos.
Pese a su nombre, La Fortaleza, sitio favorito de Nazario Moreno, no contaba con grandes sistemas de seguridad, lo que deja ver la confianza que tenía el capo en la protección que le brindaban las autoridades.
Construido desde finales del 2011 e inaugurado el 15 de septiembre del 2012 con la actuación del grupo musical Calibre 50, el sitio cuenta con rodeo, palenque, caballerizas y espacios para juegos de azar.
’ SI NO IBAS AL CERRO AMANECÍAS MUERTO’
Para acudir a “El Cerro”, los funcionarios de Michoacán no lo pensaban dos veces.
“Nadie tenía opción, o la persona iba o amanecía ejecutada”, recordó un ex funcionario en Morelia.
“Ser llamado a ‘El Cerro’ significaba citarse con líderes de Los Caballeros Templarios para ser regañado, advertido o cooptado, no había más”, narró un regidor en Apatzingán.
En ocasiones, “El Cerro” podía ser el rancho El Jabalí en Tumbiscatío; o El Morado, rumbo a Chiquihuitillo, en el municipio de Apatzingán.
Para llegar hasta ahí, desde Apatzingán, se requiere cruzar las localidades de Presa Rosario, Loma de Los Hoyos y Puerta de Alambre, después virar a la izquierda hasta El Alcalde, pasar cerca de Holanda y seguir hasta Guanajuatillo.
Desde una loma se observa la grandeza de la propiedad, enclavada al pie de la sierra.
Ahí, “El Chayo” recibió a funcionarios del gobierno de Michoacán; a legisladores, alcaldes, regidores, síndicos y colaboradores de los ayuntamientos michoacanos, coincidieron testigos.
También a mandos de seguridad pública, quienes aportaron a “El Chayo” información sobre las operaciones federales.
La gente era llevada en camiones foráneos o camionetas.- (Agencias)