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SAO PAULO, Brasil, 20 de junio.- Del quirófano a goleador en un Mundial en apenas 28 días. Luis Suárez le calló la boca a algunos que dudaron sobre su condición para encarar el choque de Uruguay contra Inglaterra en la Copa del Mundo. Y lo hizo a fuerza de goles.
Tras recuperarse a la carrera de una cirugía de rodilla que lo ausentó del estreno de Uruguay en el Mundial, el infalible ariete uruguayo apareció a lo grande con un doblete en el triunfo 2-1 sobre Inglaterra.
El atacante del Liverpool inglés se agigantó en una tarde nublada y fría en el Estadio Itaquerao al marcar con el alma y el corazón, y fue artífice de la primera victoria de Uruguay en 44 años sobre un oponente europeo en un Mundial. Un triunfo obligado para seguir con esperanzas de avanzar de ronda.
Uruguay, que perdió inesperadamente 3-1 ante Costa Rica en su debut, enderezó la ruta y se jugará la clasificación el martes ante Italia.
“Una tarde soñada por el tema de que se ganó, de cómo se ganó y a quién se ganó", manifestó Suárez. “Fue una demostración de que podía jugar. No era que estaba al ciento por ciento, obviamente que después de un mes y un poquito sin jugar se me iba a hacer difícil, pero en esta clase de partidos había que demostrar el nivel mundial. Ser uno de los mejores".
Su actuación sustenta ese argumento, y más.
“Impresionante, una fiera como siempre", describió el capitán Diego Godín al hablar sobre el desempeño de Suárez.
Desde el arranque, Suárez dio señales de que su presencia en el 11 inicial no sería cosmética. Se lo vio participativo en toda la cancha, hasta que llegó el momento para el primer gol, gracias a una conexión que es muy conocida en la Celeste.
El volante Nicolás Lodeiro envió un pase por el sector izquierdo a Edison Cavani, quien entre varios ingleses mandó por encima para que Suárez le ganara la espalda a Phil Jagielka y la peinara al fondo de la red a los 39 minutos.
Allí comenzó a escribir su tarde brillante, de cómo salió del quirófano el 22 de mayo para reventar redes un 19 de junio, precisamente el día del natalicio del padre de la patria de Uruguay, José Gervasio Artigas.
Con este tipo de noches, Suárez no tardará en convertirse en otro prócer.
“Esas cosas sacan la valentía y el coraje", manifestó el goleador.
El partido se le complicó a Uruguay por el martilleo inglés y por el gol del empate transitorio de Wayne Rooney a los 75.
Sin embargo, diez minutos después el ariete uruguayo se hizo de un largo pase que salió de un saque del portero Fernando Muslera, enfiló resuelto al arco inglés y fusiló al portero Joe Hart.
Después de cumplir su misión y acalambrado, Suárez fue sustituido a los 88. Y cuando se dio el silbatazo final, el atacante no podía contener las lágrimas. Fue todo llanto en el banco. Lágrimas de alegría. (Agencias)