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Nueva York (20 de junio).- En medio de un debate a nivel mundial sobre las bondades o no de la legalización de determinadas drogas consideradas «blandas», el estado de Nueva York ha anunciado que va a dar un paso adelante para autorizar su consumo en determinadas condiciones. El gobernador Andrew Cuomo ha anunciado este jueves un acuerdo para legalizar el uso médico de la marihuana en el estado, sumándose así a iniciativas similares en otros territorios estadounidenses.
Aunque en este caso la legalización de su consumo va a ser algo más restrictiva que otras normas ya aprobadas en Estados Unidos, e incluye una serie de disposiciones que garantizarán que la marihuana medicinal solo pueda ser consumida por pacientes con enfermedades graves. Además se dispensará y se administrará de una manera que proteja la salud y la seguridad pública.
El gobernador del estado de Nueva York explicó que la marihuana «puede hacer mucho bien a las personas que sufren dolor y que necesitan desesperadamente recurrir a un tratamiento que les alivie».
Pero Andrew Cuomo también ha querido destacar que «existen riesgos que deben ser evitados, riesgos para la salud pública, y de seguridad pública», por lo que se mostró convencido de que el proyecto de ley establece un «equilibrio correcto».
Para lograrlo se establecen una serie de sanciones penales si se trata de «engañar al sistema» e incluso adelantó que si hubiera consecuencias negativas el programa podrá ser suspendido.
La propuesta no permitirá que se fume y tan solo podrá ser ingerida, vaporizada, o empleada mediante sus derivados basados en aceites. También se permitirá su consumo en forma de pastillas.
Los médicos sólo podrían recetarla para un limitado número de enfermedades como cáncer, VIH-Sida, epilepsia, enfermedades neuropáticas y esclerosis múltiple, así como por el mal de Gehring, de Parkinson y de Huntigton, entre otros padecimientos.
El Congreso local tendrá que votar la propuesta antes de que termine su periodo de sesiones, esta misma semana.
Una vez aprobada, la legislación tardaría 18 meses más en entrar en vigor, que es el tiempo para que el Departamento de Salud emita regulaciones para su venta.- (ABC)