434 palabras
México (20 de junio).- El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, acordó con su homólogo de los Estados Unidos, Barack Obama, trabajar en la mejora de la atención y el trato a menores de edad migrantes indocumentados y sin compañía de adultos, procedentes fundamentalmente de Centroamérica y que ingresan a aquel país a través de la frontera con México.
Durante una conversación telefónica, se acordó trabajar en el diseño de una estrategia regional conjunta entre Estados Unidos, México y naciones de América Central, para ello funcionarios de alto nivel se encontrarán hoy en Guatemala.
Por México acudirá el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; por la nación norteamericana acudirá el vicepresidente Joseph Biden.
La Presidencia informó que acompañarán a Osorio Chong, la subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Mercedes del Carmen Guillén Vicente, y el subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, Sergio Alcocer.
En un comunicado la propia Casa Blanca consignó que los niños que han llegado solos a los Estados Unidos “no calificarán” para legalización bajo la propuesta de reforma migratoria o alguna otra legislación.
Siempre “(Obama) notó que los Estados Unidos y México pueden colaborar sobre un número de áreas relacionadas con el tema, incluso el trabajo conjunto para devolver a los niños con seguridad a sus familias y construir la capacidad centroamericana para recibir a los individuos retornados”.
Agregó que el mandatario estadounidense destacó que los niños no acompañados son vulnerables al crimen y al abuso y dio la bienvenida a los esfuerzos mexicanos para enfocarse sobre los criminales que convencen a las familias de enviar niños en una jornada tan peligrosa.
Por su parte, la embajadora estadunidense en El Salvador, Mari Carmen Aponte, recalcó que el gobierno de su país descarta brindar asilo político o permitir la reunificación familiar a los niños migrantes sin acompañantes.
En tanto, el gobierno estadunidense reanudó la práctica de tomar las huellas digitales de las personas que sin ser familiares se ofrecen a cuidar de niños inmigrantes detenidos en la frontera. - (Excélsior)