657 palabras
México (28 de julio).- Bell Autopartes accedió a pagar el daño económico hecho al equipo y la motocicleta del escritor Maruan Soto Antaki, quien fue golpeado por dos escoltas sobre la avenida de los Insurgentes Sur luego de que les tomara una foto para denunciar su manera de conducir agresiva.
Peritos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) estimaron el daño al equipo y la motocicleta del escritor en aproximadamente 4 mil 500 pesos, pero el costo real, según fuentes consultadas, es de aproximadamente 15 mil pesos.
Los abogados de la firma automotriz accedieron a pagar esa última cantidad siempre y cuando el escritor otorgue el perdón a la empresa, luego de que fuera denunciada por los delitos de daño en propiedad ajena y lesiones.
Entrevistado por Excélsior Maruan Soto Antaki explicó que exigirá a la empresa que pague los daños ocasionados a sus pertenencias y no concederá el perdón, ya que una situación no excluye a la otra.
“Los daños están hechos y yo cubrí con ellos hasta el momento y deben de pagarse, pero la demanda de lesiones es completamente aparte. Estas personas deben responder por su conducta independientemente de que cubran con los daños económicos”.
“No se trata de un asunto económico, sino del cumplimiento de la ley porque no es posible que personas que se ostentan como escoltas golpeen a un ciudadano cumpliendo las órdenes de su patrón y lo hagan con completa impunidad”, expresó.
En tanto, la defensa del autor de Casa Damasco ya solicitó a Bell Autopartes una relación de su parque vehicular, así como los nombres de los escoltas y sus actividades para conocer quiénes eran los dos hombres que bajaron de la camioneta Durango con placas de circulación 259-XZK, y quién conducía la otra camioneta, marca Land Rover.
El día de los hechos, los conductores de ambos vehículos manejaban de manera agresiva por Insurgentes Sur, a la altura del monumento a El Caminero. El escritor viajaba en su moto y se hizo de palabras con los ocupantes de los vehículos.
Posteriormente, los rebasó y se orilló en un semáforo para tomarle foto a las camionetas y denunciarlos.
Sin embargo, el conductor de la Land Rover le “aventó” el vehículo, provocando que su moto cayera al piso.
El autor detalló que los escoltas lo golpearon y no fue sino hasta que les gritó que no había tomado la foto que lo dejaron en paz.
Ese día acudió al Ministerio Público en la delegación Tlalpan, donde inició una averiguación previa por amenazas y daños a la propiedad.
Depués de una semana, el Procurador General de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo Ríos Garza, recibió en su despacho a Soto Antaki.
La reunión tuvo una duración de aproximadamente una hora, en la cual el abogado de la Ciudad de México escuchó al escritor y se comprometió a apoyarlo.
Fue gracias a la foto que tomó que fue posible la identificación de la camioneta Durango y cuyo dueño resultó ser la empresa Bell Autopartes.
Hasta el momento, se desconoce el nombre de los escoltas que manejaban ese vehículo y también el de la persona que conducía la Land Rover.
Agentes cercanos a la investigación advierten la posibilidad de que los escoltas que bajaron de la Durango cuidaban a uno de los dueños o directivos de esa empresa.
La ley advierte que el patrón de los escoltas debe presentarlos ante el MP para deslindar responsabilidades.- (Excélsior)