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Mérida, Yucatán, 5 de diciembre de 2014.- “Los zuecos van hacia sus buenos hábitos” es el título del espectáculo unipersonal interpretado por Daniel Abreu, que se presentó con gran éxito la noche de este jueves en el teatro “Armando Manzanero” de esta ciudad.
Procedente de Tenerife, España, bajo la dirección de Roberto Torres, la compañía Nómada Danza- Teatro ofreció una velada íntima en el marco del Festival Nacional e Internacional de Danza Contemporánea Oc’-Ohtic (Lo bailamos, lo danzamos), organizado por la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta).
La obra, seleccionada en 2009 por el Circuito Iberoamericano de la Red de Salas Alternativas de España y premiada por la mejor dirección en el IndiFestival 2010 Santander, sostiene su propuesta estética en la expresividad del cuerpo como motor de la acción y argumento coreográfico.
Vestido con saco negro, sin camisa y un sencillo pantalón oscuro, Daniel Abreu se apodera de la escena con gran maestría y dominio absoluto de su instrumento creativo, que es su propia corporeidad.
En total oscuridad, destaca en el espacio una zona cuadrangular de tonos claros sobre el piso, que está complementada en el extremo izquierdo por una figura monolítica, utilizada en el desarrollo de la pieza para que el ejecutante realice múltiples contrastes visuales y pictóricos.
“Los zuecos van hacia sus buenos hábitos” revela el estilo personal del bailarín, quien alternando prolongados silencios con diversas composiciones sonoras crea cuadros poéticos, desde movimientos muy controlados, con reminiscencias de danza Butoh, hasta explosiones vertiginosas y llenas de visceralidad.
La coreografía roza con otras disciplinas escénicas como el performance, ello gracias a la fuerza que proyecta Abreu en sus evoluciones y la paulatina inclusión de otros elementos en la obra, como unos pétalos de rosa que hace llover desde sus manos.
El uso de lo cotidiano puede tener un fin mayor que el previsible, tomar un objeto y darle vueltas hasta ver en él lo poético de la existencia, es lo que, a final de cuentas, logra plasmar con extraordinaria belleza esta pieza del grupo español en la encarnación de Daniel Abreu.