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MEXICO, D.F., 23 de diciembre.- El pueblo de San Fernando se trastornó tras la masacre de indocumentados. La Policía Municipal de San Fernando, en el Estado fronterizo de Tamaulipas, participó en la masacre de 72 migrantes centroamericanos perpetrada por el cártel del Los Zetas en el 2010, cuyos cuerpos fueron asesinados por la espalda y apilados a la intemperie en un bodega de ese municipio.
“Sé que la policía y los funcionarios de tránsito en San Fernando ayudan a la organización Zetas”.
Así lo revela un documento desclasificado por la Procuraduría General de la República (PGR) luego de diversas solicitudes realizadas por el grupo Archivo de Seguridad Nacional (ASN), formado por periodistas y académicos de Estados Unidos.
Según la tarjeta de la PGR, Álvaro Alba Terrazas, uno de los detenidos en los hechos de San Fernando, dijo a los investigadores que policías y agentes de tránsito fueron pagados por entregar prisioneros a Los Zetas.
"Sé que la Policía y los funcionarios de Tránsito en San Fernando ayudan a la organización Zetas, porque en lugar de tomar a los detenidos a la cárcel municipal, tendrían entregarlos a Los Zetas", señala el detenido según el documento divulgado en la página web del grupo.
Los policías actuaron como "vigías" para el grupo y ayudaron con "la interceptación de las personas", además de permitir las actividades ilegales de Los Zetas, indicó la ONG.
A mediados del 2011 hubo muchos secuestros masivos de indocumentados que viajaban en autobuses con la intención de cruzar ilegalmente la frontera con Estados Unidos y que fueron atribuidos a la delincuencia organizada.
El documento detalla que los agentes ayudaban a la organización de Los Zetas, que se encargaban de la "intercepción de personas", y que incumplían con su deber porque no actuaban frente a delitos de Los Zetas, de quienes "recibían pago".
La organización afirmó que los policías municipales participaron en la "ejecución sumaria de 72 migrantes" en agosto del 2010, así como en "un número incalculable de asesinatos similares que culminaron en el descubrimiento, en abril del 2011, de otros cientos de cuerpos en fosas comunes en la misma parte del Estado de Tamaulipas".
De acuerdo con la agencia de noticias AP, el informe se refiere al hallazgo de más de 193 cuerpos en fosas clandestinas entre abril y mayo del 2011, en el mismo municipio.
Además, un documento del Consulado estadounidense en Matamoros señala que 17 miembros del Cártel de Los Zetas y 16 miembros de la Policía de San Fernando han sido detenidos en relación con las muertes y que los agentes están siendo acusados de "proteger a los miembros de Los Zetas, responsables del secuestro y asesinato de pasajeros de autobuses en la zona de San Fernando.
"Al igual que el caso de Ayotzinapa, donde 43 estudiantes de la Escuela Normal desaparecieron luego de ser detenidos por policías municipales de Iguala, Guerrero, las masacres en San Fernando son sintomáticos de la guerra sucia de la corrupción y la narco-política que ha consumido partes de México en la última década", indicó el organismo, que se encarga de divulgar documentos secretos de diversos gobiernos.
Agregó que asesinatos "como éstos son muy preocupantes" debido a que atrás de ellos se encuentran los cárteles de las drogas con "la colaboración de, como mínimo, la Policía local".
La organización indicó que los documentos desclasificados dejan muchas interrogantes debido a que no se sabe dónde se encuentran los funcionarios arrestados por sus vínculos con las masacres de San Fernando.
Asimismo, el ASN calificó como un logro que las autoridades mexicanas desclasificaran parte de esta información, pero advirtió que aún falta por divulgar otros expedientes para conocer lo que sucedió en la masacre del 2010.
También dio a conocer otros documentos estadounidenses y cables del Consulado estadounidense en Monterrey y otros comunicados diplomáticos que muestran cómo "Los Zetas establecieron el control sobre la Policía y otros funcionarios en el Estado de Nuevo León (vecino de Tamaulipas) y cómo los agentes corruptos eran blancos de cárteles rivales".
Añade que la documentación disponible deja pocas dudas de que policías municipales en Tamaulipas, Nuevo León, Ciudad Juárez (Chihuahua) y otras zonas eran parte de los equipos de seguridad de los cárteles y también eran víctimas de la violencia entre estas organizaciones. (Notimex/Univision/Agencias)