Hay un documental que ya puedes ver en el servicio Netflix, que se llama Cowspiracy. Si eres un humano responsable, no debes dejar de dedicarle los minutos que requiere. Fue producido por Leonardo Di Caprio, más por responsabilidad ecológica que otra cosa.
El calentamiento global
Ya la gente seria no puede estar en desacuerdo con 97% de todos los científicos que en el mundo han manifestado su acuerdo con que el proceso de calentamiento global que está sufriendo nuestro planeta es causa de nosotros. Sí, nosotros los humanos estamos provocando el calentamiento global.
Es un hecho: la temperatura del planeta está subiendo y ya han sido publicados los límites soportables; una vez que esos límites se pasen, todo será un caos y habrá gran tragedia humana.
La actitud de cuidar el dinero ha sido la que se encuentra en primer lugar por parte de la gente que trata de desacreditar todos los estudios que apuntan a que así como nosotros, los humanos, hemos provocado el calentamiento global, también nosotros podemos detenerlo, revertirlo y evitarlo.
Las causas del calentamiento global
Los que hicieron el documental, se documentaron y por eso sus conclusiones son valiosas y de verdad contundentes.
Este cuadro nos muestra con toda claridad qué es lo que realmente está provocando nuestro calentamiento global. No te pierdas el documental Cowspiracy, por Netflix; además, invita a todos tus contactos a verlo. Todos, juntos, podemos y debemos hacer la diferencia.
Los que hicieron el documental no están buscando vender algo, aunque tienen algo muy valioso entre manos y han decidido entregarlo, así nada más, a la humanidad. Cuando las cosas se hacen como ellos han hecho esto, uno debe atenderlas con cuidado y sin los prejuicios destructivos que, podrían ser comprensibles —hay mucho comercial disfrazado por allí— pero, en esta ocasión hay que reconocer el valor verdadero que tiene la obra Cowspiracy.
Los carros, aviones, camiones y trenes
Mucha gente contesta rápidamente que lo más terrible y provocador del calentamiento global, son los transportes de todo tipo.
Pero están equivocados. Lo triste es que —como veremos en el documental— tampoco saben la realidad personas que están al frente de instituciones como Greenpeace o Amazon Watch: no saben realmente a qué se debe el calentamiento global como factor principal.
En pocas palabras, los directores de esas instituciones reprobaron el simple examen de la pregunta: ¿Cuál crees que sea la causa principal del calentamiento global?
Lo que es dudoso es que no lo sepan los gobiernos, porque los datos usados por los que hicieron este documental, llegaron primero a los políticos de alto nivel de todos los países del mundo. Por lo tanto, todos ellos saben cuáles son las verdaderas causas, las más importantes, del calentamiento global.
Culpables del calentamiento global
La realidad contundente es que los culpables de que esté sucediendo la tragedia del calentamiento global, somos los que hemos creído en los consejos de los norteamericanos de seguir la dieta alta en proteína animal, que según ellos, es la que los hizo fuertes y les dio inteligencia.
Pero también es la única que puede ser señalada como culpable indiscutible del calentamiento global, que podría conducirnos a la aniquilación de nuestra especie y de algunas otras, aunque la mayoría se beneficiarían de nuestra desaparición.
Observe esta gráfica con cuidado:
Los datos son fuertes y hablan por sí solos: Las emisiones globales de gases son en 51% provocadas por las acciones para producir alimentos basadas en animales. Solo 13% del problema son todos los vehículos juntos del planeta, incluyendo aviones y barcos, carros grandes o pequeños.
Una dieta basada en vegetales marcaría una huella de carbono 50% más pequeña que la huella que estamos dejando por insistir en comer alimentos basados en proteína animal. Aquí sí que podemos hacer la diferencia, porque cada uno de nosotros puede cambiar de inmediato de la dieta a base de proteína animal a la dieta a base de proteína vegetal.
Y, analizando estos datos, nos damos cuenta de que esto ya no tiene qué ver con creer o no que si es bueno o no para nuestra salud ser vegano, ¡sencillamente es una obligación que ya no podemos postergar! Estamos obligados a ser veganos, por el bien de las generaciones futuras.
¿Quién está usando el agua?
Si el tema de la terrible responsabilidad que tenemos con lo que insistimos en comer les parece grave, vean el asunto del agua:
Solo 5% del total del agua (en USA) se usa en los hogares, en tanto que 55% es para los animales (de engorda, claro). Es obvio que tenemos que cambiar nuestra base alimenticia y esto no es optativo.
El consumo de una hamburguesa de carne de res requirió, para que llegue al plato del carnívoro en su asiento de ese restaurante de “comida rápida”, 660 galones de agua. Sí, ¡660 galones! Es lo que una persona necesita para ducharse por 2 meses. Y muchos creen que tomando duchas cortas están cooperando la gran cosa; no digo que no, que lo sigan haciendo —no hay por qué desperdiciar el agua— pero entiendan que lo que más provoca desperdicio de agua, no son las duchas, sino insistir en alimentarse a base de producto animal.
Este y todos los demás datos, además de contundente, está ampliamente reconocido por todas las instituciones internacionales que están vigilando y buscando soluciones. Los gobiernos ya lo saben: lo que aún no encuentran, es la manera de comenzar a provocar que la gente lo entienda.
“Si yo no como carne…”
Solo huevos, pollos, leche, queso y algo de puerco… Así decimos los ignorantes, creyendo que ya nos salvamos. ¡Para nada! 2500 vacas de una granja lechera —para producir quesos y cremas— están generando el desperdicio equivalente a una ciudad de 411,000 personas. Hay 10 mil millones de vacas 7 8.4 mil millones de humanos.
Si creías que solo la “carne” es el problema, vuelve a analizar tu vida y de una vez por todas, convéncete —porque no te queda otra— de que y no puedes continuar con el capricho anti vegano.
En la medida en que no entendamos que lo que estamos comiendo sencillamente no puede continuar, estamos perdiendo el tiempo y estamos robando de las generaciones futuras, su salud y la biodiversidad que se requiere para un planeta sano. Estás obligado, tú y yo y todos, a modificar radicalmente los hábitos y costumbres alimenticias y aprender a dejar de usar productos animales en la comida.
Tu salud personal queda en segundo lugar con la contundencia de estos datos; en primer lugar está el planeta para las generaciones futuras. No digas que “amas mucho a tus hijos y nietos” si no entiendes que debes modificar tus hábitos y costumbres en alimentación.
Tiene remedio: nosotros somos la solución
Una persona que sigue una dieta vegana va a consumir 1/11 parte de aceite, va a producir 50% menos CO2, usará 1/13 parte de agua y 1/18 parte de la tierra que requiere una persona que come productos animales.
Los datos son tan claros, que solo por voluntad se dejan de ver; más bien, por mala voluntad se quieren negar. Estamos obligados al cambio.
Claro que podemos hacer la diferencia: simplemente estamos obligados a dejar de comer productos animales y entender que, además de no requerirlos, no solo nos enferman sino que provocamos que el planeta se enferme.
El futuro
Ante el futuro, no hay nada que pueda ser pretexto para evitar dar el cambio. No tenemos derecho, las generaciones actuales, a echar a perder el planeta que será el hábitat de nuestros hijos y nietos.
Debemos dar la pauta, el ejemplo y mostrarles el camino, además de explicar con todo cuidado que no se trata de algo “optativo”, sino totalmente obligatorio.
Durante muchos años nos hicieron creer que la carne era la forma de tener energía, vitalidad e inteligencia. Hoy eso se acabó. Fue mentira, fue falso, jamás debimos haber basado nuestra alimentación en otros animales.
Estamos a tiempo para corregir y tú eres responsable de lo que suceda en el futuro.