Reinaugura DICONSA tienda comunitaria en comunidad Maya de Yucatán
Ariel Martín925 palabras
Prácticamente desde que nacemos, la sociedad nos dice- sin razones o explicaciones- cómo debe ser una "buena mujer".
En términos generales y por etapas es: la que obedece a sus padres, cumple sus tareas, no se pelea con sus hermanos, la que no insulta, tiene actividades altruistas, va a la Iglesia cada domingo, pide consejo al sacerdote, cuando mucho tendrá dos novios-siempre relaciones formales y serias-, casarse "como debe de ser" y olvida todo interés que no sea sus hijos.
En los tiempos más modernos ya se incluye una carrera profesional o trabajo pero debe ser un completo secundario y que jamás se interponga en sus deberes familiares. El sexo, por supuesto, es dentro del matrimonio y listo, de eso "una buena mujer no habla".
El conflicto acá está en el "deber ser". Y ¿por qué debe ser así? ¿Por qué la mujer es el pilar de la sociedad? ¿Por qué hay tanta mujer que se refugia en libros motivacionales, "life coachs" y en el Tafil? ¿Por qué así funciona una sociedad con valores sin caer en la degradación? ¿Por qué muchas madres aplauden el aumento de día de clases y aunque llenan Facebook con #amoamishijos, a la primera oportunidad gritan "ya me liberé de los niños". Si este modelo de la "buena mujer pilar de familia perfecta funcionara", ¿por qué casi todos los días nos enteramos de escándalos e infidelidades en todas las esferas sociales?
Repito, tal vez porque se nos enseña el "deber ser", sin decirnos por qué y sin entender que cada ser humano es diferente y tenemos necesidades distintas. Que aunque la razón y ciertas reglas sean vitales para que la sociedad en conjunto funcione en armonía, es necesario abrir la puerta de nuestro pequeño mundo a otras posibilidades. Y en el análisis de lo que realmente queremos de nuestras vidas y el hacer todo lo posible por realizarlo, estaría esa plenitud que nos gusta llamar felicidad. La gran ventaja de ser el animal superior es que podemos hacer mucho más dentro del obligatorio "nace, crece, se reproduce y muere".
Aunque creemos que ejercemos la capacidad de elección, no lo hacemos. Tenemos miedo. Miedo a que los demás me rechacen, miedo a lo que digan de mí, miedo a que mi vida termine en la perdición (si tuviste educación religiosa) , miedo a no ser "alguien la vida". Sí, nuestra sociedad, y la yucateca especialmente, es sumamente machista, y desgraciadamente porque es fomentado por las mismas mujeres que no nos permitimos salir de ese cuadrito del "deber ser".
Hoy, en la realidad, ya no existe un modelo único de mujer. Está la que se dedica solo a su familia, la que tiene trabajo y familia, la que tiene empresa, trabajo e hijos, la que tiene trabajo y no desea hijos, la que sólo trabaja para tener dinero y viajar, la que opta por el poliamor. Estilos de vida perfectamente respetables y que basados en la elección, deben darnos la plenitud-felicidad. Aquí no hay egoísmo ni ignorancia, sólo elecciones.
La popularidad comercial de "50 sombras de Grey" removió el ideal de la "buena mujer". Siendo un libro muy pobre literariamente, con símiles que me causan risa, simplemente explotó muchas de las fantasías que tienen las mujeres muy guardaditas y que no se atreven a pedirle a la pareja, ya sea porque pueden "pensar mal" de ellas o por simple pena. Y el libro también es manipulador y la autora sabe su juego, porque presenta a la protagonista como una joven inocente y víctima de las circunstancias, luego entonces, mantiene el ideal de la "buena mujer".
En mi simple análisis de espectadora común y corriente, "50 sombras de Grey" llegó en el momento apropiado y manejado con una mercadotecnia excelente para poder llegar a su público objetivo, porque literatura erótica siempre ha existido- "Trópico de Cáncer" y"Trópico de Capricornio",de Henry Miller, o el inocente "Decamerón", de Boccacio, por mencionar sólo algunos- y películas, mucho más. Incluso, circuló en la red un vídeo protagonizado por artistas de la industria pornográfica, burlándose del filme y diciendo que es mejor apoyarlas a ella, al cine independiente, porque no hay nada qué ver en el filme.
Realmente me pareció divertido y que estas chicas tienen parte de razón, porque parece que la decencia no va con aceptar ver pornografía, pero sí un filme erótico basado en un libro. Además, ¿cuándo alguien va a aceptar que ve pornografía? Bueno, la verdad, nadie tiene por qué ventilar sus gustos. Contradicciones de la vida, en fin.
"La buena mujer" puede aceptarse como un ser sexual, con necesidades específicas, sin sentirse mal por ello. Lo que también nos falta es prudencia, discreción, educación y seguridad en nosotras mismas para saber cómo enfrentarlo. Ahí vamos.