546 palabras
México (10 de abril).- Al ejercer su derecho de réplica, el comisionado de Cofepris, Mikel Arriola, precisó que no solamente la política de etiquetado se debe analizar, sino la estrategia del Gobierno de la República para el combate a la obesidad, el sobrepeso y la diabetes.
“Lo que presentó el Gobierno de la República el año pasado, fue una estrategia integral con tres ejes: salud pública, atención médica y la regulación sanitaria, que es el que nos tocó en Cofepris. El Estado mexicano tiene dos herramientas muy poderosas para atacar este problema de la obesidad, que son el etiquetado y la publicidad”.
Destacó que en términos de etiquetado en el mundo lo que hay en México son diversas modalidades para presentar la información. “Pero básicamente tenemos tres, el panel nutricional, el etiquetado frontal y el semáforo”.
Dijo que México antes de la reforma en salud, no tenía una regulación que obligara a la industria a presentar información frontal del producto; incluso ahora el etiquetado es una acción voluntaria y además está mal presentado, peor todo esto cambiará cuando la reforma entre en vigor el primero de julio.
Precisó que a partir de esta fecha, todas las industrias de alimentos tendrán la obligatoriedad de poner el etiquetado frontal en sus productos “y no teníamos este etiquetado porque no se había hecho una regulación seria para obligarlos y por eso es tan sólida y robusta la política del presidente Peña”.
Reconoció que en el etiquetado de productos como el refresco que recomienda un consumo diario de azúcar de 90 gramos, que significa el doble de lo que sugiere la Organización Mundial del Comercio (OMC) es cierto.
“Esto es porque cuando nosotros diseñamos la política el año pasado, el estándar más riguroso que se tenía en el mundo, era el estándar de la Unión Europea, que eran los 90 gramos.
“Pero recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), sacó una recomendación a todos los países y nosotros la estamos analizando con toda seriedad y no habrá dudas de que se genere una modificación, tenemos de aquí al primero de julio que entra en vigor y con eso tendríamos cubierto tanto el esquema formal de presentación de información, como los porcentajes de los contenidos en el producto”.
Mikel Arriola reconoció que el etiquetado actual de información nutrimental no dice nada, nadie le entiende, porque manejan las calorías por porción y no el total que contiene el envase o empaque de los productos.
Puso como ejemplo una botella de refresco de tres litros en donde la etiqueta señala que por porción son 84 calorías, 4% de la dieta diaria en azúcares, pero en el total del producto contiene mucho más calorías, mil 260 “y ahora con la reforma ya los vamos a obligar a que indiquen el total de calorías que contiene el envase”.- (Agencias)