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México (2 de junio) La compañía Abercrombie & Fitch, con sede en Nueva York, se negó en 2008 a dar empleo como asociada de ventas en sus oficinas de Tulsa (Oklahoma) a Samantha Elauf porque su pañuelo violaba el código de vestuario de los empleados al ser negro y cubrir su cabello.
La persona adjunta a la dirección, consideró entonces que el uso del velo o hiyab no suponía un inconveniente siempre que éste no fuera negro, en particular teniendo en cuenta que en la tienda ya laboraba un judío que utilizaba un kipá.
Elauf ya había pasado todos los filtros, con lo que se daba vía libre a la contratación. Sin embargo, un gerente de distrito intervino para modificar la puntuación que Elauf había obtenido y así evitar su contratación con el argumento de que el velo no encajaba con la estética que se requería para ser vendedor.
Posteriormente, el gerente testificó en los tribunales que no sabía que Elauf llevaba el velo por motivos religiosas, pero el Supremo considera que ha incurrido en una violación de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe la discriminación laboral por motivos religiosas. Por ello día de hoy, el Tribunal Supremo respaldó los derechos laborales de la mujer musulmana que no obtuvo un empleo en la prestigiosa firma de moda. Con ocho votos y uno en contra, los jueces de del Supremo votaron favor de la Comisión de Igualdad de Oportunidad de Empleo, organismo federal que presentó la demanda por el caso Elauf.
El caso llegó al Supremo después de que un jurado condenara a la firma a una indemnización de 20 mil dólares y de que en el Décimo Circuito de Apelaciones fallara a favor Abercrombie & Fitch.
De acuerdo con el fallo del alto tribunal, redactado por el juez Antonin Scalia, una empresa que se niega a proporcionar este tratamiento diferenciado viola la Ley de Derechos Civiles ”incluso si no tenía sospechas fundadas de que necesitaba ese trato”. “Un empleador no puede hacer de la práctica religiosa del solicitante, confirmada o no, un factor en las decisiones de empleo”, concluyó el alto tribunal.
El magistrado Clarence Thomas, único juez negro del Supremo y de perfil conservador, votó en contra de este veredicto al entender que la interpretación que sus colegas hacen de la Ley de Derechos Civiles es “demasiado amplia” y que el código de imagen de la firma de moda era “neutral”.
Para el Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses (CAIR), la mayor asociación de defensa de los derechos civiles de los musulmanes en Estados Unidos, el fallo de la máxima instancia judicial del país es “histórico”.
“Damos la bienvenida a este histórico fallo en defensa de la libertad religiosa, en un momento en el que la comunidad musulmana de Estados Unidos se enfrenta a crecientes niveles de islamofobia”, destacó el director de CAIR, Nihad Awad, en la página de la red social Facebook de la asociación, que había entregado al Supremo un documento para respaldar la petición de Elauf. - (Semanario)