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Ginebra (17 de junio). — El caso en Yemen no es un reloj que avanza, “es una bomba de tiempo”, advirtió el secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon.
Al inaugurar las pláticas de paz sobre Yemen en la sede de la ONU en Ginebra, Ban se manifestó en favor de una pausa humanitaria de dos semanas justo para coincidir con el inicio del Ramadán, dado el deterioro de la situación en el país en el que 80 por ciento de la población necesita asistencia básica para subsistir.
Además, lanzó una “petición urgente” a todas las partes a comprometerse en las consultas “de buena fe y sin condiciones previas en interés del pueblo yemení”. El secretario general de la ONU quiere que las partes en conflicto alcancen un acuerdo sobre el alto el fuego y sobre la retirada de los grupos armados de la ciudades.
Pese a la situación extrema, Ban se mostró esperanzado en que las pláticas de paz en Yemen tengan un resultado positivo ya que calificó la situación como “una bomba de tiempo” y pidió una tregua de dos semanas.
Las consultas entre el gobierno yemení y las fuerzas de oposición para buscar una solución a la crisis que afecta al país dieron inicio este lunes en Ginebra.
Sin embargo, las conversaciones no incluirán un diálogo directo entre las partes, al menos no por ahora, así lo explicó el director de Información de Naciones Unidas en Ginebra, Ahmad Fawzi.
“Estas consultas son parte de un proceso, no son un principio o un final en sí mismas, son parte de un proceso, son el primer esfuerzo por involucrar a los diferentes actores del conflicto yemenita desde que se reanudaron las hostilidades. Por lo mismo constituyen un paso importante, esperamos que las partes se embarquen en la ruta hacia un acuerdo”, apuntó.
Las consultas llegan más de dos meses después del recrudecimiento de los enfrentamientos entre las fuerzas leales al presidente yemenita exiliado Abd-Rabbu Mansour Hadi y los rebeldes houthis, que respaldan al ex jefe de Estado Ali Abdullah Saleh.
Según datos de la ONU, la violencia ha causado más de 2.500 muertos y ha empeorado la situación humanitaria del país, donde cerca de 20 millones de personas, casi el 80% de la población, necesitan asistencia urgente.- (Agencias)