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México (4 de enero).-
Natalie Portman, ganadora del Óscar a Mejor Actriz por su papel en El Cisne Negro, reveló que desconoce en dónde está su estatuilla dorada porque no le interesa adorar ídolos falsos.
“No sé en dónde está, creo que está en una caja de seguridad. Hace mucho tiempo que no la veo. Yo le estaba leyendo la historia de Abraham a mi hijo sobre no adorar ídolo falsos y éste es literalmente un hombre de oro.
“Ésa es la razón por la que no lo tengo a la vista. Es un ídolo falso”, dijo a The Hollywood Reporter la actriz, quien debutó como directora en septiembre con el drama A Tale of Love and Darkness.
Pero Portman no es la única que minimiza este preciado galardón.
Recientemente, Samuel L. Jackson, quien acumula cuatro nominaciones y suena ahora como posible candidato gracias a su papel en la nueva cinta de Quentin Tarantino, Los 8 Más Odiados, reveló su desencantó hacia la Academia y su premiación.
Su postura se debe a que cuando fue nominado por primera vez por su papel en Tiempo Violentos (1994), Martin Landau lo venció porque, según él, la Academia sabía que por la avanzada edad del protagonista de Ed Wood sería quizás la última oportunidad de premiarlo.
“Cuando finalmente fui nominado comencé a ir a fiestas y los votantes me decían: ‘Estuviste fantástico, pero Landau ha estado nominado como cuatro veces y ésta puede ser su última oportunidad’.
“Entonces les preguntaba si la edad tenía que ver, porque si era así, Morgan Freeman estaba viejo. ¿Eso significa que él iba a ganar? Yo ya era muy cínico en ese punto’”, dijo Jackson a The Hollywood Reporter.
Por eso, cuando no obtuvo la estatuilla dorada en esa edición, Jackson no pudo evitar su descontento.
“Creo que soy la única persona que ha reaccionado honestamente en los Óscar cuando no fui nombrado. Aunque yo sabía que no iba a ganar, yo estaba ahí sentando diciéndome a mí mismo: ‘Tal vez van a hacer lo correcto esta vez’. Pero no.
“Y no me importó que la cámara me apuntara y por eso dije ‘Oh, mierda’. Hasta la fecha creo que sólo 13 personas han visto Ed Wood”, enfatizó.
Todo este descontento fue en realidad la gota que derramó el vaso para Jackson, pues confesó sentirse injustamente ignorado por la Academia por su papel en la cinta de Spike Lee, Jungle Fever (1991).
“Cuando las nominaciones al Óscar de ese año fueron reveladas vi que había tres actores de la película Bugsy, así que mi esposa y yo fuimos a verla. Estábamos sentados ahí y al final dijimos ‘¿en serio?’. Ella hasta lloró. Creo que ese tipo de cosas me fracturaron de los premios de la Academia”, confesó.