544 palabras
*México (5 de agosto).-
El ánimo de contar con seriedad la historia de uno de los mayores fraudes del deporte mundial motivó al cineasta doblemente nominado al Óscar, Stephen Frears, y al actor Ben Foster a traducir en imágenes El Engaño del Siglo, que trata sobre las trampas que el ciclista Lance Armstrong hizo para ganar múltiples competencias.
En entrevista, Foster admite que no le importó bajar 15 kilos durante las semanas que se entrenó como un ciclista profesional, y someterse a tardadas sesiones de maquillaje con tal de personificar a Armstrong, quien terminó aceptando que usó sustancias prohibidas y haber recurrido a actos ilegales.
“Digamos que lo que me atrapó fue la oportunidad de representar a uno de los atletas más infames de todos los tiempos. Tener la oportunidad de hacer la pregunta: ‘¿Qué haría para proteger a una fundación que salva vidas?’ (en referencia a la fundación del deportista).
“Y de paso, aprender sobre el ciclismo, ya que no sabía nada al respecto, por eso, creo, fue un gran desafío”, expresa Foster.
El compromiso con su caracterización, destaca, no sólo era verse convincente en la bicicleta, sino mostrar una parte de la personalidad del infortunado Lance.
De modo que su trabajo actoral requirió de un maquillaje especial, para parecerse al deportista.
“Probamos con algunas prótesis antes de rodar y no funcionó. Gracias a que tuve un gran artista de maquillaje, Tami (Carril), quedó todo increíble. La pérdida de peso ayudó, pero la forma en la que sobresale la mandíbula de Lance es muy particular.
“Se hizo un estudio interesante de ello y con maquillaje alargaron mi frente, adelgazaron mis cejas y resaltaron la mandíbula. Me alegro de que eso funcionara”, comparte Foster.
Siguiendo su instinto como actor, revela que quiso, infructuosamente, conocer a Armstrong para charlar con él.
“Me acerqué a un intermediario y en pocas palabras Lance dijo: ‘No me interesa’. Yo no lo culpo en absoluto. Como he estado diciendo, no me puedo imaginar a alguien que quiera hacer una película sobre mí.
“No sabría cómo hacer frente a un actor que quiere hacerme preguntas sobre por qué hice lo que hice. Él está pasando por un momento muy difícil”, resalta.
Con este trabajo, contado ante la cámara como un drama lleno de intriga, con actuaciones intensas y giros de tuerca, Stephen Frears, cuya trayectoria brilla por cintas como Relaciones Peligrosas, La Reina y Philomena, se planteó ser fiel a su visión del caso.
“Siempre he dicho que se trata de una película de robos. Este hombre, Lance Armstrong, entró y robó el Tour de Francia… ¡siete veces! Y eso es como el robo de la Mona Lisa. Eso es lo grande de la trama, desde mi punto de vista”.
A diferencia de Foster, Frears es enfático. Nunca busco el punto de vista de Lance Armstrong.
“No, por Dios. ¡Claro que no! Es un mentiroso”, suelta de manera escueta.