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*México (5 de agosto).-
Los problemas económicos actuales de Reino Unido no son una repetición de la crisis financiera, dijo el viernes el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, aunque sondeos confirmaron su opinión de que la economía se desacelerará con fuerza, pese a nuevos estímulos.
Carney hizo estas declaraciones después de que el Banco de Inglaterra redujo las tasas de interés a un nuevo mínimo histórico de 0,25 por ciento y dio a conocer medidas que podrían ascender a 170.000 millones de libras, un enorme paquete de estímulos diseñado para contrarrestar el impacto de la decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea.
“La gente no debe preocuparse acerca de la oferta de crédito, no estamos en el momento de después de la crisis financiera, no estamos en la crisis del euro, se trata de un sector financiero moderno que está funcionando”, dijo Carney a la radio LBC.
Sin embargo, Carney reiteró que incluso con el paquete de estímulos del Banco de Inglaterra, el número de empleos perdidos por una desaceleración probablemente será de unos 250.000 en los próximos años.
Un sondeo de empresas de recursos humanos entregó una señal temprana de que el Banco de Inglaterra podría tener razón, mientras que la automotriz Nissan planteó dudas sobre sus planes de inversión a largo plazo para Reino Unido.
El mercado laboral entró en “caída libre” después del referendo en que los británicos decidieron salir de la Unión Europea y el número de empleos permanentes ofrecidos por empresas de reclutamiento el mes pasado bajaron al ritmo más veloz desde mayo de 2009, según la Confederación de Reclutamiento y Empleo.
“El Tesoro prestará atención a este sondeo, tiene un buen historial para predecir el mercado laboral. Estarán preocupados”, publicó en Twitter Rupert Harrison, estratega jefe macro de multiactivos en BlackRock, que fue el jefe de gabinete del ex ministro de Finanzas, George Osborne.
La mayoría de los economistas concordaron el jueves de que el estímulo del Banco de Inglaterra tendrá que ser impulsado por reformas e inversiones significativas del Gobierno para poder contrarrestar realmente la baja resultante del referendo para salir de la Unión Europea.
El nuevo Gobierno de la primera ministra Theresa May anunciará sus planes fiscales en pocos meses, pero las grandes interrogantes sobre el futuro de Gran Bretaña como una potencia comercial no se resolverán por largo tiempo, algo que preocupa a inversores extranjeros.