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México (7 de septiembre).-
Científicos australianos encontraron que ejercitarse puede atenuar los efectos en la salud de la ingesta de alcohol, incluyendo la posibilidad de desarrollar cáncer.
Los investigadores de la Universidad de Sydney hallaron que 150 minutos a la semana de ejercicio como una caminata vigorosa o andar en bicicleta, mitiga los riesgos de ingerir hasta 39 copas de alcohol a la semana en hombres o 28 en mujeres.
Se determinó que personas con ese nivel de ingesta de alcohol pero que no se ejercitaban, tenían un riesgo mayor de fallecer por cáncer que aquellos que sí practicaban activación física.
Inclusive, hombres que bebían 2.4 copas diarias o 1.6 en el caso de mujeres, tenían 36 por ciento más riego de morir por cáncer y 13 por ciento más por otra causa, señaló el trabajo que publica el British Journal of Sports Medicina citado por stuff.co.nz
Emmanuel Stamatakis, autor del trabajo y miembro de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Sydney, afirmó que la investigación sugiere que beneficios sustanciales a la salud se logran ejercitándose aún en presencia de conductas poco sanas como beber alcohol.
No podemos decir que hacer ejercicio es una licencia para beber alcohol, pero el estudio da otra razón para exhortar a la gente a la activación física y que los políticos inviertan en medio ambientes que faciliten el ejercicio, concluyó.