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Mérida, Yucatán, México, abril 18 de 2018
En Yucatán, la capacidad de atención de los hospitales públicos se encuentra rebasada. Esta situación redunda en malos tratos por parte del personal hacia los usuarios — en su mayoría, personas de escasos recursos —, desabasto de materiales y medicamentos, otorgamiento de citas para consultas en especialidades o cirugías en fechas muy lejanas, entre otras situaciones de las que autoridades de salud tienen conocimiento pero no toman cartas en el asunto.
Son constantes las quejas de los usuarios sobre la mala atención por parte del personal administrativo, médico y de otras áreas de clínicas y hospitales. Uno de los “focos rojos” es el Hospital General “Dr. Agustín O’Horán”, dependiente de la Secretaría de Salud del Estado de Yucatán cuyo titular es Jorge Mendoza Mézquita
En este nosocomio, los usuarios que requieran solicitar una cita para alguna de las 25 especialidades, tienen que hacer antesala desde las cinco de la mañana para alcanzar un turno y que les agenden la cita.
Una vez superada esta etapa — como si se tratara de un concurso —, al usuario le será agendada su cita, si bien le va, para dentro de tres o cuatro meses.
“Muchos pacientes ya no llegan a la consulta, porque fallecen, sufren alguna discapacidad ocasionada por su enfermedad que les impide moverse o si tienen un poco de dinero, van con un particular pero eso es muy complicado porque los que venimos aquí somos gente de escasos recursos y es difícil que tengamos acceso a eso”, expresó una mujer que hacía fila en el hospital.
La señora había sido referida al nosocomio por el médico de su centro de salud, para ser atendida en el servicio de ortopedia por un problema de la columna, que posiblemente requiera cirugía.
“Aquí no toman en cuenta a las personas que hacen fila, si son adultos mayores, mujeres embarazadas o con bebés de brazos. Los hacen esperar. Hay jóvenes que pueden esperar, pero ellos no y aún así las autoridades del hospital nada hacen al respecto”, dijo la usuaria quien declinó proporcionar su nombre, a ARTÍCULO 7
En un recorrido por el hospital y accediendo al área de urgencias, se pudo observar que no hay suficientes médicos, enfermeras ni camillas para quienes ingresan a ese servicio, además que el material de curación es escaso, al punto de no contar lo necesario para monitorear los niveles de glucosa de los pacientes e incluso sábanas para los pacientes.
A algunos familiares, se les pide que compren determinados medicamentos para sus familiares, porque el hospital no cuenta con ellos.
En esta área del hospital O’Horán, el sitio destinado para los enfermos al que se le conoce como “primer contacto” también se encuentra rebasado por la demanda y sin disponibilidad de camillas, por lo que muchos pacientes son atendidos en sillas o incluso de pie en espera de que haya una cama disponible en el piso de hospitalización.
Hay quienes optan por sentarse o recostarse en el piso, exponiéndose a contraer alguna infección que agrave su estado de salud.
Cabe señalar que varios de estos pacientes se encuentran en espera de una cirugía y aunque se les dice que “es de urgencia”, ante la saturación también tienen que hacer antesala en ocasiones hasta una semana para ser intervenidos.
Las camillas disponibles de esta área son colocadas incluso fuera del área, ocupando los pasillos que conectan a otras áreas del nosocomio como lo son rayos X y Banco de Sangre, lo que dificulta la atención de los pacientes al estar lejos de donde se encuentran médicos y enfermeras.
El hospital O’ Horán cuenta con 25 consultorios de los cuales cinco de ellos son para Medicina General y los 20 restantes son para distribuir la consulta de las diferentes especialidades y sub-especialidades entre las que se encuentran ortopedia, pediatría, oncología, neumología, endocrinología, medicina interna, hematología, obstetricia, Otorrinolaringología, oftalmología urología, cirugía general y ginecología.
La partede hospitalización del O’Horán se distribuye en los cuatro pisos de la torre, donde Medicina Interna cuenta con 45 camas censables, Cirugía General en la cual se incluye Ortopedia y Traumatología con 75, Pediatría con 50, Neonatología con 38 y Ginecología y Obstetricia con 30 teniendo un total de 238.
De acuerdo con el Plan Maestro de Infraestructura Física en Salud, actualizado al mes de diciembre de 2017, varias obras de ampliación en el Hospital General “Dr. Agustín O’Horán” han quedado suspendidas sin que hasta el momento la Secretaría de Salud explique la razón por la cual no se hicieron.
Estas obras son las ampliaciones y mejora al Banco de Sangre, auditorio, área de tamiz metabólico y auditivo, clínica de la mujer, departamento de calidad, ingeniería biomédica, hemodiálisis y remodelación de la antigua torre de hospitalización.
Para estos trabajos los recursos presupuestados eran por 236.6 millones de pesos.
En cuanto a la ampliación del área de urgencias con la inclusión un área de trauma y manejo del dolor con terapia de oxigenación (cámara hiperbárica), quedó suspendida de manera definitiva, “por falta de presupuesto y mala planeación de la administración anterior”, de acuerdo con el Secretario de Salud, Jorge Mendoza Mézquita.
La inversión que se destinaría para esta obra era de 75 millones de pesos.
A pesar de que al hospital se le asignan millonarios recursos, las carencias son muchas. Sin embargo, el director Carlos Espadas Villajuana ha sido en reiteradas ocasiones acusado de corrupción ya que en la presente administración, a partir de que llegó al cargo, se ha visto beneficiado económicamente, a tal grado que el año pasado se tomó unas vacaciones por casi un mes durante el mes de diciembre viajando con su familia a Europa.
La situación en los Centros de Salud no es mejor, ya que los usuarios del Seguro Popular son objeto de malos tratos, desatenciones y precaria atención médica.
Son muchos los ejemplos que constantemente publican en redes sociales quienes por necesidad acuden a estas clínicas del primer nivel de atención.
Largas filas para ser atendidos, regaños si olvidaron algun documento o dato, consultas médicas que no duran ni diez minutos con el médico general, falta de medicamentos básicos, falta de vacunas, entre otras quejas son las situaciones cotidianas en estos lugares.
La situación descrita también se replica en las clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) denominadas Unidades de Medicina Familiar (UMF).
En tales unidades, si los derechohabientes quieren consultar en el turno matutino, es preciso que hagan fila afuera a partir de las tres o cuatro de la madrugada ya que las asistentes de los consultorios, únicamente proporcionan cinco “ficha” o turnos para la atención médica que inicia a las 8 de la mañana.
Los demás derechohabientes que requieran consultar son enviados al servicio “Unifila”, que por medio de un “sistema”, los envía al consultorio donde haya un espacio disponible, con otro médico que no es el de cabecera y aunque las autoridades delegacionales argumentan que “es la misma atención”, muchos de estos pacientes al ser crónicos (diabetes, hipertensión, colesterol alto, etcétera) prefieren y están en su derecho de ser atendidos por su médico familiar.
Si el derechohabiente pertence al turno vespertino, cuyas consultas inician a las dos de la tarde, tienen que llegar a su UMF a las 8 u 9 d ela mañana para hacer fila y de la misma forma que los del turno matutino, obtener uno de los cinco turnos disponibles por consultorio.
“Atienden a muy pocas personas por turno, luego si no alcanzamos nos mandan a Unifila pero como hay citas programadas, todo se retrasa. Aún con cita, tienes que esperar casi una hora para ser atendido, pero si llegas un par de minutos después de tu cita te dicen que “el sistema ya la canceló” y que tienes que ir a Unifila o volver a pedirla. Los derechohabientes si podemos esperar horas para ser atendidos pero ellos no pueden esperarnos cinco minutos. Venir al Seguro es un martirio y una pasada, pérdida de tiempo y días de trabajo que luego nos descuentan porque el tema de las incapacidades es otro, tienes que rogar para que la otorguen, solo si te estas muriendo, literalmente, te la dan”, aseveró el señor Javier E., derechohabiente de una de las clínicas del IMSS a ARTÍCULO 7.
La escasez de medicinas es otro punto del que constantemente se quejan los derechohabientes. Hay constante desabasto de medicamentos del cuadro básico y les dan largas para surtirlos, a pesar de que en su informe anual de 2017, el Delegado Jorge Méndez Vales dijo que el surtido de recetas se encontraba por encima del 98 por ciento.
A pesar de que no se dan excepciones, parecía que por norma general, la mala atención es lo que prevalece en las UMF, no solo en consultorios sino también en farmacia, laboratorios, rayos x y demás áreas que son requeridas por los derechohabientes.
De acuerdo con lo informado por la Delegación del IMSS en Yucatán, con la construcción de las nuevas UMF de Los Héroes y Francisco de Montejo programadas para este año, la saturación de las clínicas UMF 59 (Fracc. del Parque) y UMF 60 (Fracc. Juan Pablo II) y UMF 20 (Ciudad Caucel) será menor.
Estas nuevas clínicas contarían con 14 y 10 consultorios, respectivamente y se construirán con una inversión de 156 millones de pesos. Cada una beneficiaría en promedio a 140 mil derechohabientes.
Se anunciaron desde el año pasado y se ofreció que desde diciembre o enero comenzaría su construcción, “porque ya estaba autorizado el dinero”, sin embargo hasta el momento no hay indicio alguno de que pronto vayan a iniciar las obras de construcción.