1272 palabras
Toda la propaganda del PRI que he logrado ver en Internet se refiere a las promesas incumplidas. Es una propaganda a todas luces tramposa. Abiertamente se están refiriendo a las supuestas "promesas" incumplidas del gobierno panista o los gobiernos panistas.
Promesas incumplidas y el PRI. En ningún lugar como en Yucatán, sin embargo, hay tantas "promesas incumplidas". Y Yucatán es gobernado por el PRI y en forma totalitaria y arbitraria. Ya lo hemos visto con decenas de reportajes, notas, noticias y artículos que han demostrado hasta la saciedad la arbitrariedad con que este grupo está actuando.
Todos los días, al visitar páginas en Internet, se puede ver la propaganda del PRI que viene, en forma abrumadora, del estado de México —priedomex. De allá fueron planeados los millones de anuncios "impresos" en millones de páginas que están siendo vistas por los internautas mexicanos. El golpe es hacia las "promesas incumplidas".
El presidente del empleo. Calderón se llamó a sí mismo el "presidente del empleo". El fondo de su dicho radica en generar las condiciones para que el surgimiendo de las entidades que proveen empleo —las empresas— se sientan seguras en este país. El combate a los grupos delictivos del país esté dirigido a cumplir esa "promesa" de campaña. Esa "promesa" también requiere que exista certeza con respecto a la aplicación de la ley. Si no hay certeza del respeto a los derechos de cada entidad —legal o natural— que radique en el país, los propietarios del capital —que es básicamente internacional— se irán a los lugares en donde existan esas certezas.
Logros reales, por la estructura. Y en forma importante, dentro del contexto internacional que se ha generado por la enorme crisis financiera que está viviendo el mundo —todo capitalista— las inversiones directas extranjeras en México se han elevado. Interesante artículo nos explica por qué la vida económica de México va hacia una franca recuperación. Evidentemente, el hecho de que a pesar de que el decrecimiento en México sea mayúsculo por los azotes recientes —que no tienen cosa alguna que ver con las promesas de Calderón— significa que algo estructural del país es correcto.
Cancelación del método de la promesa. Mi opinión va más allá de las promesas. Considero que el próximo pacto de los políticos debe basarse en una total ausencia de promesas. La única promesa debe estar sentada en un principio: actuar en todo momento a favor del beneficio máximo para el máximo de ciudadanos con la base más sólida para que el futuro no sea castigado por actos del presente.
Si insistimos en seguir usando el sistema de 3 poderes —ejecutivo, legislativo y judicial— entonces debemos hacerle una profunda revisión a la manera de provocar su práctica efectiva. En una democracia, el poder que se le entrega al ejecutivo o al legislativo tiene la particularidad de que no es un poder basado en renuncia personal al poder que naturalmente se posee como ser humano en una democracia.
Los "elegidos" para puestos ejecutivos o legislativos —presidente, gobernadores, alcaldes, senadores y diputados federales o estatales— no deben recibir un cheque en blanco o pensar que eso es lo que se les está dando. Por lo tanto, deben abstenerse de cualquier promesa que no sea: actuar en todo momento a favor del máximo número de ciudadanos con el mínimo de desgaste para las generaciones futuras. Obvio es que este principio se rompe cada vez que un contrato se le otorga a una entidad que no sólo no ha demostrado ser la más eficiente para hacer cierto trabajo, sino que, de hecho, es factible probar que es de las menos eficientes.
¿Beneficio para quién? El principio se hace pedazos cada vez que se actúa anti ecológicamente sólo para satisfacer intereses de rendimiento de negocios mayor en proporción al beneficio del capital que al beneficio del trabajo y el empleo.
Un candidato a legislador, repartiendo promesas o firmando algo que no sea el principio básico de beneficio, es la imagen misma de lo ambiguo, insólito y tramposo tanto para el candidato como para los ciudadanos. En efecto, hace falta un cambio radical si se le desea dar oxígeno refrescante al sistema de 3 poderes que tiene México ahora.
"El poder al ciudadano" En el video —ver abajo— Dulce Sauri hace referencia al "momento de poder" del ciudadano: al emitir su voto. Si analizamos con cuidado el cambio radical en cuanto a la "campaña" para tratar de conseguir el apoyo electoral de los ciudadanos, nos daremos cuenta de que el poder del ciudadano en una democracia que no lo sea sólo de nombre, continúa en forma constante en todo momento, no sólo cuando se emite el voto. Éste es sólo para acordar qué se hace —entre varias opciones posibles, pero sólo una final— cuando debe aplicarse lo que la mayoría solicita. El voto es para conocer cuál es esa mayoría. Conociendo lo que una mayoría solicita sólo queda aplicarlo en forma respetuosa e irrestricta.
El consenso, mal del no democráta. El consenso es la aceptación de lo mediocre por todos en vez de lo óptimo entendido por una minoría —mayor o no. Cuando las cosas se hacen por "consenso" está claro que no se está escogiendo lo mejor, sino lo "acetpado" pacíficamente por todos. Es una situación en la que el avance es mínimo —si es que no nulo— pero la "paz" se mantiene, a costa del "atole con el dedo" al conjunto de "niños mimados".
Las reformas petrolera, fiscal, electoral y del estado son producto de consensos, para evitar que la mejor opción se dé, porque de permitirse la mejor opción, el ejecutivo en turno se llevaría "aplausos", y eso es lo que hay que evitar a toda costa, aunque al evitarlo se le ancle a la nación en sí. Si ése es el "partidismo" al que se refieren, está claro que es un lastre para el progreso del país.
En conclusión: no a los consensos, sí a la aceptación de la mejor opción.
Habrá otro video, de este servidor, para tocar el tema con la profundidad verbal hablada, platicada, que algunos requieren para captar integralmente el asunto.