Por Kristina Peterson y Janet Hook en The Wall Street Journal / Traducción Artículo 7

WASHINGTON D.C., 17 de abril.-Colapsó en el Senado el mayor intento en casi dos décadas de restringir las armas de fuego en los EE.UU., con todo y la respuesta emocional de la opinión pública tras la masacre de la Escuela Primaria de Sandy Hook . Así, se vio frustrada una de las pricipales iniciativas del Presidente Barack Obama para su segundo mandato presidencial.

El caballo de batalla demócrata para el control de armas -ampliar los controles para detectar compradores inelegibles- fracasó en una votación 54-46, a sólo seis sufragios de los 60 necesarios para su aprobación. Poco después, el Senado bloqueó una propuesta para prohibir la fabricación y venta de los rifles semiautomáticos clasificados como armas de asalto, así como los cargadores de munición de alta capacidad. La propuesta recibió 40 votos con 60 en contra.

Obama denunció la acción del Senado en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, donde se presentó acompañado de víctimas de ataques armados, entre ellos Gabrielle Giffords, la ex representante demócrata por Arizona, herida gravemente en un tiroteo masivo. "Este fue un día bastante vergonzoso para Washington. Pero el esfuerzo no ha terminado", dijo el Presidente.

Éste es un día vergonzoso para Washington", dijo un claramente enfadado Obama en una declaración pública en la Casa Blanca poco después de que en el Senado no se lograran los 60 votos necesarios para que prosperara una enmienda para ampliar los antecedentes de armas, que sólo recibió 54 apoyos frente a 46 rechazos.

Los partidarios de la medida de regulación esperaban que el co-patrocinio del senador republicano Pat Toomey, un conservador de Pennsylvania, cooptaría a sus compañeros de partido. Sin embargo, sólo cuatro se unieron a 50 de 55 demócratas y los independientes del Senado.

La votación del miércoles muestra que poco ha cambiado en la política de control de armas a pesar de la masacre de Newtown, Connecticut, donde un joven mató a 20 niños y seis adultos de la escuela, así como a su propia madre. El apoyo a leyes más estrictas es fuerte entre la mayoría de los demócratas, pero los republicanos y los demócratas de los estados republicanos se han mostrado reacios a votar para hacer más estricto el acceso a armas de fuego.

Una iniciativa para implementar controles que obligaba a hacer una verificación mas estricta de las identidades y los antecedentes judiciales y psiquiátricos de los compradores de armas en comercios, ferias especializadas e internet, y que era un eje fundamental de la reforma, no consiguió los votos necesarios.

No es de esperarse que el Senado dé una votación concluyente sobre el conjunto de leyes de control de armas; los legisladores dejarán tablas. El líder de la mayoría del Senado, el demócrata por Nevada Harry Reid, quien tiene una buena razón (como puede verse en nota aparte), dio ayer un paso procesal que permitiría a los legisladores reconsiderar.

Sin embargo, esa posibilidad parece remota, y es improbable que la Cámara Baja, por su cuenta, inicie una legislación de control de armas en ausencia de un proyecto de ley aprobado por el Senado.

Las modificaciones requerían 60 votos para su aprobación previo acuerdo entre jefes de bancada para evitar el obstruccionismo desgastante. El acuerdo procedural acotaba que las modificaciones que hicieron ambos partidos necesitaban 60 votos para su aprobación; no mayoría simple.

Los legisladores que se opusieron a leyes de armas más estrictas dijeron que representaban la voluntad de sus electores. Algunos opositores se preocuparon de que se produjese retroactividad y el gobierno pudiera compilar una lista nacional de propietarios y requisarles sus armas de fuego.

"Hay muchos puntos de vista diferentes sobre este tema, y las pasiones son altas", dijo el líder de la minoría del Senado Mitch McConnell (republicano de Kentucky). "El gobierno no debe castigar o acosar a los ciudadanos respetuosos de la ley en el ejercicio de sus derechos de la Segunda Enmienda".

En un comunicado emitido el miércoles, la Asociación Nacional del Rifle (NRA) dijo que la medida hubiera criminalizado las transferencias de armas de fuego entre "ciudadanos honestos" y no hubiese reducido los crímenes violentos. Se dijo que el grupo seguirá trabajando para proteger a los niños y enjuiciar a los criminales violentos.

Muchos observadores políticos estaban esperanzados en que la couyuntura (la reelección de Obama, la búsqueda de los republicanos de nuevas formas de conectarse con los votantes y el horror público tras los asesinatos de Newton) había creado un ambiente receptivo para las nuevas leyes de armas, condiciones que probablemente no se repetirán pronto. Además, se había hecho un intenso lobbying (cabildeo) y también una campaña publicitaria costosa por los defensores del control de armas, como el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.

"Todas estas cosas ofrecían probablemente la mejor oportunidad posible en años para contar con una legislación significativa", dijo Kristin Goss, profesor de la Facultad Sanford de Política Pública de la Universidad de Duke.

La frustrada medida de control, un compromiso bipartidista elaborado por Toomey y el senador Joe Manchin (demócrata, Virginia Occidental), se había considerado con una gran posibilidad de ser aprobada. Habría ampliado los controles a todas las ventas en línea y en exposiciones, con el objetivo de identificar a las personas con antecedentes criminales o de trastornos mentales que les descalifican para tener armas. Actualmente, se necesitan controles sólo para las ventas de los concesionarios con licencia federal.

Mientras tanto, los defensores del control se comprometieron a mantener la presión sobre los legisladores para promulgar cambios.

Erica Lafferty, hija de Dawn Hochsprung, la director de la Escuela Primaria de Sandy Hook, quien murió en el ataque de Newtown, dijo en una entrevista que sentía "una decepción enorme" respecto a los legisladores y planeaba continuar sus apelaciones.

No había argumentos coherentes para rechazar (la enmienda), sólo politiqueo", insistió un Obama cada vez más enfadado y flanqueado por la conocida víctima de violencia de las armas. Con el Presidente de EE. UU. estuvieron la ex congresista Gabby Giffords, el vicepresidente Joe Biden, Mark Barden, el padre de Daniel, uno de los pequeños que murieron en la matanza provocado por Adam Lanza, antes de suicidarse, y otras personas que han perdido a sus familiares en circunstancias parecidas.

"Mi plan es continuar contando mi historia por ahí y hablar con todos los que quieran escucharme", dijo. "Voy a hacer lo que sé que mi mamá esperaría que yo hiciera."

La votación para ampliar la verificación de antecedentes de los compradores de armas provocó un drama en el Senado. El vicepresidente Joe Biden viajó al Capitolio para presidir la sesión. Los espectadores, entre ellos familiares de las víctimas de Newtown, llenaron las galerías del Senado. Una persona infdignada gritó: "¡Sinvergüenzas!" a los legisladores cuando se anunció el resultado de la votación.

Posteriormente, Obama criticó el resultado y acusó al lobby de las armas de "difundir" mentiras acerca de que la medida daría lugar a "una especie de registro de armas de Gran Hermano." La enmienda prohibía explícitamente al gobierno crear un registro nacional de propietarios de armas, lo cual ya está prohibido.

El apoyo a la medida había decaído durante la semana, y la oposición de última hora de los senadores republicanos Dean Heller (Nevada) y Kelly Ayotte (New Hampshire) casi extinguió la esperanza de los partidarios del control armamentista. Obama habló el martes con Heller y Ayotte para tratar de cooptarlos.

La enmienda fue rechazada por cuatro senadores demócratas de estados de mayoría republicana: Mark Begich (Alaska), Mark Pryor (Arkansas), Max Baucusn (Montana) y la debutante Heidi Heitkamp (Dakota del Norte). Todos, excepto Heitkamp, pretenden reelegirse el próximo año en Estados donde Obama perdió en 2012 por un margen de dos dígitos. Reid también votó en contra de la medida, alegando razones de procedimiento.

Las armas forman parte de la cultura de Alaska, un vasto estado rural. Según reveló un miembro de su equipo, cuando Begich estuvo en Alaska durante un reciente receso de dos semanas en el Congreso, fue instado a votar en contra apenas su avión aterrizó en el aeropuerto y en casi todos sus actos públicos. Los ciudadanos le exigieron que se opusiese a la legislación de verificación de antecedentes.

En el caso de Pryor, los republicanos han estado buscando poner de relieve los derechos de armas como parte de una discusión más amplia sobre el Senador, quien es demasiado liberal para un estado que se ha vuelto más conservador en los cinco años desde que resultó electo por primera vez.

Mientras las encuestas muestran que la mayoría de la opinión pública favorece las leyes más estrictas de armas, los sondeos de The Wall Street Journal y NBC News sugieren que el apoyo alcanzó su punto máximo en febrero, dos meses después de los disparos de Newtown, y desde entonces ha decaído, con un 55% en una encuesta de abril favor de leyes más estrictas y un 43% que dice que las leyes deben ser menos estrictas o permanecer como están.

Sólo un tercio de los republicanos apoyan las leyes de armas más estrictas, según las encuestas del WSJ de este año, un hallazgo que ayuda a explicar por qué tanto los senadores republicanos como los demócratas de estados republicanos se negaron a votar a favor de pedir la ampliación de antecedentes del comprador de armas y de otras medidas. En cambio, el 80% de los demócratas están a favor de leyes más estrictas, muestran las encuestas del WSJ.