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París (11 de enero).- En un momento de impopularidad en los sondeos y sin conseguir, como había prometido, invertir la curva del desempleo en Francia, Francois Hollande ve ahora atacada su vida privada en un artículo de siete páginas del semanario rosa Closer, que asegura que el presidente francés, de 59 años, y la actriz Julie Gayet, de 41, viven un “amor secreto”, presentando unas fotos en las que no aparecen juntos en ningún momento. Hollande no desmintió estas revelaciones, pero lamentó “profundamente los ataques al respeto de la vida privada al que tiene derecho como todo ciudadano”.
El momento es especialmente malo para el presidente francés, que el martes tiene previsto celebrar una gran rueda de prensa semestral en la que se espera que detalle su nuevo “pacto de responsabilidad” con las empresas y la reducción del gasto público, lo que algunos analistas ven como una inflexión socio-liberal de su mandato. Parece muy probable, además, que alguno de los cientos de periodistas que se esperan en el Palacio del Elíseo saque a relucir la cuestión sobre las revelaciones de Closer.
Aunque la clase política, tanto de la izquierda como de la derecha, ha apoyado la petición del presidente del respeto a su vida privada, la prensa francesa se pregunta este sábado dónde está el cambio que François Hollande había prometido con respecto a sus predecesores, especialmente Nicolas Sarkozy.
En su primera gran rueda de prensa presidencial, el 8 de enero de 2008, al anterior inquilino del Elíseo se le preguntó sobre su reciente idilio con la cantante y modelo Carla Bruni. Su respuesta, “con Carla es algo serio”, marcó indeleblemente, y no para bien, su mandato.
Hollande, quien deseaba encarnar una “presidencia normal”, ya se enfrentó desde su elección al conflicto en la separación entre vida privada y pública, cuando su compañera, Valérie Trierweiler, publicó un ‘tuit’ apoyando al rival político local de Ségolène Royal, con quien Hollande tuvo cuatro hijos.
La frágil frontera entre vida privada y pública es una de las cuestiones que suscita el artículo de Closer, algo impensable hace algunos años, cuando los medios franceses respetaban casi de forma absoluta la intimidad de los políticos. Este asunto es “desde todo punto de vista catastrófico para Francois Hollande”, aseveraba este sábado el diario regional L’Alsace. “Los franceses le creían acaparado por sus funciones, consagrado cada minuto a enderezar el país. Y mientras los resultados no llegan, descubren que el presidente de la República encuentra tiempo para galantear con una actriz”, añadía.
Francia se enfrenta a un débil crecimiento, a una convulsión social en las regiones afectadas por la desindustrialización, y a una revuelta fiscal, y el desempleo sigue en niveles altos.
El jefe del Estado ha prometido en varias ocasiones que invertiría la curva del desempleo, al alza a finales de 2013. A pesar de los datos positivos de octubre, los datos de noviembre prácticamente disolvieron el optimismo.- (AFP)