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EE.UU (18 de febrero).- Miranda Barbour, la joven estadounidense de tan sólo 19 años y autoconfesa asesina en serie satánica, declaró que tenía un cuchillo favorito al que le añadía marcas cada vez que mataba a una nueva víctima.
Pese a lo grave de sus presuntos actos, Barbour -que dice haber asesinado a entre 22 y 100 personas- considera que la pena de muerte no debe ser considerada en su caso por tratarse de un castigo cruel e inhumano, señala hoy el Daily Mail.
Según documentos legales citados por TMZ, el abogado de la joven dijo que la pena máxima no debe ser considerada para Barbour porque el sistema de justicia es falible, pudiendo someter a personas inapropiadas al mismo.
El defensor legal dice que su cliente califica como persona “inapropiada” porque la policía violó sus derechos constitucionales al obtener su confesión sin la presencia de un abogado.
Agregó que el Estado de Pennsylvania quiere ejecutarla porque torturó a una de sus víctimas antes de asesinarla, pese -señala- a que no existen señales de tortura.
Pero Barbour admitió posteriormente -una vez más- que asesinó a esta víctima tras atraerlo a la muerte a través de un aviso en Craiglist en una confesión a un reportero local el jueves último.
Cuando a la joven se le pidió un número de víctimas, reveló que fueron “menos de cien” y también reveló que el nombre usado para matar era “Super Miranda”.
Barbour asegura que sólo mataba a “gente mala” como abusadores de niños. Aunque el reportero Francis Scarella -que ha seguido el caso- confirmó esta versión de la joven, reveló que ha ha omitido terroríficos detalles de la historia de la satanista.
Una fuente cercana a la investigación dijo que las afirmaciones de Miranda pueden ser reales. “Es concebible”, dijo esta persona a la cadena CNN.
Barbour sostiene que se unió al culto satánico a los 13 años en su pueblo natal de North Pole, en Alaska, y que pasó su adolescencia asesinando en todo el país. Pero alega que la mayor parte de las muertes las ocasionó en Alaska.
La Policía está investigando sobre los encuentros que Barbour y su esposo Elytte organizaban a través de Craiglist para atraer a víctimas, cuando vivían en Dunn, Carolina del Norte.
Elytte Barbour reveló al diario Daily Item que su esposa se ofrecía a hombres que conocía en diversos sitios web, como “acompañante” por entre 50 y 850 dólares la hora,
Empero, dice que Miranda no le importaba porque nunca hubo contacto sexual con sus clientes. “Ella no es una prostituta. Lo que hacía era conocer hombres con matrimonios rotos o solos, los conocía y tenía interesantes conversaciones”, señaló.
Miranda Barbour apenas tiene 19 años y se encuentra en prisión desde noviembre pasado acusada, junto a su marido, del crimen de un hombre que conoció en la web ‘Craiglist’ para tener sexo.- (Agencias)