504 palabras
México (16 de abril).- Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre ha logrado fincar su militancia priísta en el Distrito Federal, a partir de golpes y escándalos sexuales, principalmente.
La suya es la historia de un militante tricolor que forjó un liderazgo bajo dos importantes factores: fue heredero del emporio que creó su padre, Rafael Gutiérrez, líder de los pepenadores en la capital del país, y de la protección política que en su momento le brindó Manuel Aguilera Gómez.
Desde su dirigencia en el Frente Juvenil Revolucionario en el Distrito Federal y luego dirigente del Movimiento Territorial en la capital del país, Gutiérrez de la Torre fue trazando el camino para llegar hasta la dirigencia del PRI-DF.
Sus actos han sido calificados en el interior del PRI como aquellos que contravienen los estatutos del partido y el código de ética.
En 2003, cuando todavía era diputado local, se le acusó de reclutar jóvenes mujeres para trabajar como edecanes o como secretarias, pero que aparentemente también le daban servicios sexuales al dirigente del tricolor.
En el expediente de Gutiérrez de la Torre, que tiene la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del CEN del PRI, consta que en 2004 el dirigente del partido con licencia irrumpió en el auditorio de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), donde se realizaba el Consejo Político del tricolor capitalino. Ahí, golpearon a consejeros, además de que se aventaron objetos en contra de los asistentes.
Previo a ello, jóvenes afines a Gutiérrez de la Torre realizaron pintas en la sede nacional del PRI.
El acto fue para renovar la dirigencia del PRI-DF, donde quedó María de los Ángeles Moreno Uriegas como presidenta.
Los actos atribuidos a Gutiérrez de la Torre derivaron en una solicitud de expulsión que procedió; sin embargo, el acusado acudió al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), para pedir protección de sus derechos. Por falta de pruebas contundentes, el tribunal ordenó al PRI nacional que restituyera los derechos a Gutiérrez de la Torre como militante.
En 2011, también durante un reunión de Consejo Político del PRI-DF, se suscitó un zafarrancho que le fue atribuido a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
En ese año, la ex diputada Rosario Guerra lo denunció penalmente, toda vez que ella resultó con lesiones que ameritaron hospitalización.
El pasado 2 de abril, en MVS Radio, con Carmen Aristegui, se denunció que el apodado Zar de la Basura presuntamente tenía una red de prostitución desde su oficina en la sede del PRI-DF. Ello derivó, en el interior del partido, en una solicitud de expulsión en su contra, misma que sigue su curso.- (El Universal)