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México (16 de abril).- En la temporada de Cuaresma y en particular en Semana Santa aumenta el consumo de pescados y mariscos, ante lo cual especialistas advirtieron del riesgo de contraer enfermedades por parásitos en esos productos en caso de no estar bien cocidos.
Existe una amplia variedad de microorganismos que pueden infectar al pescado, pero sólo un número relativamente reducido puede enfermar al ser humano, y entre ellos se encuentran las larvas de la especie Gnathostoma.
Dichos microorganismos producen la enfermedad conocida como Gnatostomiosis, la cual afecta a varios miles de personas en diferentes estados de la República Mexicana, además de que se le encuentra también en otros países.
De acuerdo con un estudio de la especialista Teresa Uribarren, en sus primeras etapas, este parásito se manifiesta en forma de larvas y se adquiere por comer peces de agua dulce crudos o mal cocidos, aunque también por el consumo de otros tipos de carne cruda, como anfibios, aves de corral o roedores infectados.
Las larvas se desarrollan en diversas etapas cuando se instalan en los organismos de peces, pero cuando lo hacen en animales terrestres, forman un tumor abierto en el esófago o estómago y se reproducen para cerrar el ciclo, señala el artículo “Gnatostomiasis humana Abordaje, diagnóstico y tratamiento”, elaborado por expertos de la Universidad La Salle.
El artículo de Teresa Uribarren, adscrita a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que las principales formas en que el parásito se presenta en el país es cutánea y ocular.
Al moverse haciendo túneles en los tejidos, las larvas cambian de lugar y pueden irse a los pulmones, e incluso en el cerebro, provocando eventualmente un coma o la muerte, añade.
Después de un periodo de incubación de 24 a 48 horas, las personas infectadas suelen presentar náuseas, vómitos, diarreas, malestar general y urticaria.
Cuando alguna persona adquiere esta enfermedad, los síntomas son “fiebre, tos, expectoración de flemas con sangre, pérdida de peso, nódulos en la piel, y el problema es que mucha gente no conoce esto” , explicó el infectólogo del Hospital General de México, José Luis Romero Zamora.
En entrevista detalló que esos parásitos no eran endémicos del país, pero cuando se construyeron algunas presas, para dar sustento a los habitantes de esas zonas se trajeron especies como la carpa de Israel y contaminaron a peces mexicanos.
La infección se puede identificar por la formación de un edema (mancha), casi siempre en forma de placa, que aparece en el tórax o en el abdomen, duro, doloroso al tacto, a veces con aumento de temperatura, pero siempre acompañado de prurito intenso.
Las larvas a los pocos días cambian de lugar y los pacientes sienten que algo se desplaza debajo de su piel con dolor y comezón.
La gnatostomiasis ocular afecta la vista disminuyendo la visión y en ocasiones termina en ceguera.
Para detectar la gnatostomiasis se usan pruebas serológicas. La más usada, la de intradermorreacción, consiste en inyectar subcutáneamente una solución salina preparada con una especia de Gnathostoma, señala el artículo de la Universidad La Salle.
Si en 15 minutos se forma una pálpula de más de 10 milímetros de diámetro con una areola roja alrededor, la prueba es positiva, añade el documento, elaborado por los especialistas Oscar Vázquez Tsuji, Teresita Campos Rivera y Adrián Rondán Zárate.
En su estudio sobre el tema, Teresa Uribarren, quien es investigadora del Departamento de Microbiología y Parasitología de la UNAM, expresó que con frecuencia se reporta el antecedente de ingesta de ceviche, callos, y de manera esporádica, a nivel internacional, se documentan casos causados por el consumo de sushi o sashimi, y otros.
Por separado, el director general de Coordinación de Hospitales de Referencia, de la Secretaría de Salud, Francisco Navarro, exhortó a la población a no consumir pescados y mariscos crudos.
“Los pescados y mariscos tienen que estar bien cocidos, por eso es falsa la creencia de que el limón cuece los ceviches”, advirtió.
Otra forma de evitar el contagio es abstenerse de comer peces crudos de agua dulce o cualquier animal hospedero definitivo que no haya sido revisado.
De acuerdo con la UNAM, las especies que pueden transmitir los microorganismos que provocan ese mal son el cerdo, jabalí, buey, comadrejas, ocelotes, gatos ferales y domésticos, perros, tlacuaches, mapaches y nutrias.
Para México, la enfermedad se ha detectado en Baja California, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Guerrero y Oaxaca, por el lado del Pacífico.
En el Golfo de México, dichos parásitos han sido detectados en Tamaulipas, Veracruz y Tabasco, mientras que en la región central, en Aguascalientes*.- (El Universal)*