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Londres (12 de agosto).- Las cosas están cada vez peor para Rusia.
La combinación de las sanciones de Occidente y la caída de los precios del petróleo está presionando más al país hacia la recesión. La economía de Rusia se contrajo 4.6% en el segundo trimestre, su mayor caída desde la crisis financiera mundial en 2009.
El rublo se ha desplomado 22% frente al dólar en los últimos tres meses. La inflación se disparó casi 16% en julio.
Rusia depende en gran medida de sus riquezas petroleras. Alrededor de la mitad de sus ingresos públicos provienen de las exportaciones de petróleo y gas. Los precios del petróleo se desplomaron desde 107 dólares por barril en junio pasado a 44 dólares actualmente, lo cual obligó a Moscú a reducir el gasto en todos los ámbitos.
“Las perspectivas económicas para los próximos trimestres lucen bastante sombrías también”, escribió en una nota Liza Ermolenko, economista de mercados emergentes de Capital Economics.
Dijo que aunque todos los sectores de la economía rusa tuvieron dificultades en el segundo trimestre, fue el deterioro de la industria lo que más afectó. La producción industrial ha estado cayendo durante cinco meses.
El país ha sido golpeado por las sanciones occidentales impuestas por su implicación en la crisis en Ucrania. El embargo impuesto en represalia hacia Rusia sobre las importaciones occidentales de alimentos y productos agrícolas ha causado un alza en los precios de los alimentos, y ha llevado a tres millones de rusos a la pobreza.
El FMI prevé que el PIB de Rusia se contraerá 3.4% este año y en más de un 1% en 2016, a medida que la caída en los salarios reales, el mayor costo de los préstamos y la confianza destrozada afectan negativamente la demanda interna.- (Agencias)