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México (12 de agosto).- La Universidad de Harvard realizó un estudio pues buscaba analizar los valores convencionales que se manejan hoy en día, especialmente entre los más jóvenes -firmes representantes del futuro y el porvenir mundial-.
La investigación, que tomo datos de 10 mil niños de diferentes edades y razas, destaco que el 80% de los infantes apuntan al éxito personal y felicidad individual como una de las metas más importantes de la vida; mientras que tan solo el 20% de ellos afirmo que lo más importante era preocuparse por otros, trabajar duro y los logros.
A partir de este estudio, los científicos, identificaron las consecuencias de la globalización sobre los valores a nivel mundial. Al parecer, las personas nos hemos vuelto un tanto más individualistas, no nos preocupamos por lo que sucede a nuestro alrededor o por los problemas de otros. De acuerdo con los expertos, cuando los niños anteponen valores individualistas y de consumo sobre la bondad, la amabilidad y la equidad, corren el riesgo de terminar realizando conductas dañinas como crueldad, irrespeto y deshonestidad.
Según la investigación, los cuatro factores identificados como importantes para educar hijos bondadosos son:
Busca situaciones donde el niño pueda ofrecer su ayuda a otros -por ejemplo compartiendo golosinas o ayudando a un compañero con su tarea-. La guía de los adultos, y la práctica constante, sirven para que el niño desarrolle habilidades que le permitan saber cuándo y cómo ayudar a otros.
Hablar sobre actos solidarios vs los egoístas y asegurar que la gratitud sea parte fundamental de la familia de forma cotidiana son grandes formas de encaminarlo hacia un futuro bondadoso.
Es importante que el niño pueda poner la necesidad humana en contexto y que no solo se preocupe por su círculo de conocidos. Es bueno hacer pensar a los niños sobre las dificultades que enfrentan otros niños -por ejemplo: falta de educación, comida, etc- y enseñalo a ayudar de acuerdo a su edad.
No es necesario ser personas perfectas, pero si debemos reconocer nuestros errores y fortalezas, ser empáticos y demostrar preocupación por otros, así los niños también estarán expuestos a ésta clase de bondad.
Las personas, especialmente los niños, pueden llegar a tener problemas en el control de la ira, celos o vergüenza; esto puede entorpecer el proceso de bondad.
Para lograrlo instruye al niño a apartarse y respirar profundamente cuando llegue a sentir emociones desagradables, muestrale las ventajas de tratar el problema cuando los ánimos se han tranquilizado y poco a poco has que tome responsabilidad sobre sus actos y las consecuencias de estos.- (El Semanario)