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Bogotá (17 de diciembre).-
Cada vez es más creíble que el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), alcancen un acuerdo de paz que ponga fin a 51 años de conflicto armado que Ha costado la vida a mieles de personas.
Las negociaciones realizadas entre ambas partes en Cuba, país intermediario, han vuelto a dar un paso claro hacia la paz. Tras un año de discusiones, el gobierno colombiano y las FARC firmaron un acuerdo para la reparación de los más de seis millones de víctimas que ha dejado el conflicto armado, entre muertos y desplazados.
Este es el primer acuerdo de paz alcanzado en Colombia que no se ha cerrado con una amnistía general para todos inmiscuidos en el conflicto, sino con la creación de una jurisdicción especial para la paz.
Un tribunal especial juzgará a responsables de crímenes como asesinatos, torturas, secuestros o violaciones dejados por mas de cinco décadas.
Quienes colaboren no irán a la cárcel, pero se restringirá su libertad por dos a ocho años, y aquellos que no lo hagan podrían enfrentar hasta veinte años en prisión.
El histórico acuerdo tendrá cinco mecanismos, que deberán cumplir su función principal de la manera más fácil posible y ninguna instancia podrá primar sobre otra:
Comisión para Esclarecimiento de Verdad, Convivencia y No Repetición.
Unidad Especial para búsqueda de desaparecidos en el marco del conflicto.
Jurisdicción especial para la paz.
Medidas de reparación integral para la construcción de la paz.
Garantías de no repetición.
Tras este acuerdo todavía quedan otros puntos pendientes como desarrollo rural, participación política, lucha contra las drogas, así como discutir el mecanismo para dejar las armas.
Otro tema pendiente es el de consensuar los mecanismos de refrendación, implementación y verificación de los acuerdos, en donde las dos partes tienen visiones diferentes.
Las FARC surgieron en 1964 en la selva del país sudamericano con el objetivo de acabar con las desigualdades sociales, políticas y económicas en Colombia mediante el establecimiento de un Estado marxista-leninista y bolivariano.
La guerrilla surgió tras una ofensiva del gobierno colombiano contra la “República de Marquetalia”, una comunidad autónoma creada por grupos armados comunistas y liberales en la selva colombiana.
Manuel Marulanda (alias “Tirofijo”), muerto en 2008, y Jacobo Arenas fueron los fundadores, líderes e ideólogos de la guerrilla que se estima contaba con más de 20 mil hombres en sus filas.
Sus formas de actuar se basaban en la lucha armada, con secuestros extorsivos y la destrucción de la infraestructura de las ciudades.
Las FARC han sido relacionadas con el narcotráfico, pero nunca han aceptado su vinculación con las drogas.
Su líder actual es Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko.
Las FARC son consideradas una organización terrorista por más de 30 países, entre ellos Colombia, Chile, Estados Unidos y la Unión Europea.- (Agencias)