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EE,UU (17 de diciembre).-
Seguridad de un lado, libertad de expresión, protección de la vida privada y limitaciones técnicas del otro: los pedidos para frenar las actividades de los yihadistas en las redes sociales se intensificaron tras los ataques en París y California, pero suscitan numerosos inconvenientes.
“Vemos una gran presión tanto en Europa como en Estados Unidos, los líderes políticos piden a las empresas hacer más”, pero esto sólo podría hacerse con “grandes consecuencias para las libertades individuales”, advierte la experta Emma Llanso, del Centro para la Democracia y la Tecnología en Washington.
En Estados Unidos, el presidente Barack Obama pidió ayuda a los grupos tecnológicos después de la matanza de San Bernardino, una de cuyos autores había prometido lealtad a la organización yihadista Estado Islámico (EI) en Facebook.
La Comisión Europea organizó recientemente un foro para iniciar un diálogo entre los gobiernos y las grandes empresas de internet sobre la lucha contra la radicalización y la propaganda terrorista.
Varias reuniones similares se realizaron en Francia, que fue escenario doble de ataques terroristas en enero y noviembre.
Los diputados franceses han modificado la ley del estado de emergencia con el fin de bloquear algunas publicaciones en línea y se ha previsto la puesta en marcha de sistemas de contrapropaganda.
‘SUS CAMPAÑAS SE VUELVEN VIRALES’
El uso generalizado de internet por los yihadistas inquieta, especialmente las campañas que realiza el llamado Estado Islámico “que pueden convertirse en virales”, señaló el miércoles el director del FBI, James Comey.
“Esta información puede ser la clave” para detener a los yihadistas, asegura. Pero el sector tecnológico y los defensores de las libertades civiles temen posibles consecuencias indirectas de esta ley.
El texto no define claramente el contenido previsto y cubre un “enorme universo”, incluidas las redes sociales, los motores de búsqueda, los blogs, los servicios de mensajería o de almacenamiento de datos, señalaron el viernes en una carta nueve organizaciones agrupadas en la Asociación de Internet, que congrega a los gigantes del sector.
“La gama es increíblemente extensa”, indica Emma Llanso, pues va mucho más allá del simple retiro de contenido público para obligar a “divulgar la información personal de un usuario y el contenido de sus comunicaciones”, entre otras violaciones a la privacidad.
Ello llevaría a las empresas, a optar por multiplicar los informes innecesarios para cubrirse o por el contrario, no examinar ningún contenido para no estar al tanto de nada, advierten los críticos del proyecto.
“En ambos casos, la ley tiene consecuencias no deseadas que son contraproducentes”, resume la abogada Sophia Cope, especializada en derechos civiles y de las nuevas tecnologías de la Electronic Frontier Foundation.
REDES SE VUELVEN TERRORISTAS
Las principales redes sociales ya prohíben claramente actividades “terroristas” en sus servicios. “El terrorismo, la propaganda y los que le hacen apología no pertenecen a Facebook”, las normas de uso “destierran todos los contenidos explícitamente proterrorista”, dice Monika Bickert, directora responsable de la gestión de contenido de esa red.
Un discurso similar tienen en Twitter, donde sostienen que “equipos alrededor del mundo investigan activamente informes de violaciones de las normas y se trabaja con las autoridades cuando es el caso”.
“YouTube rechaza el terrorismo y tiene un sólido historial de rápida actuación contra los contenidos terroristas”, añade por su parte un portavoz de la filial de Google Alphabet.
Sus previsiones se basan siempre en la presentación de reportes de los usuarios de informes sobre contenidos controvertidos y que son luego revisados por equipos especializados que deciden si se debe retirar o cerrar la cuenta.
“Si encontramos contenido o cuentas a favor del terrorismo, nuestros equipos utilizan herramientas especializadas para detectar otras cuentas asociadas”, señala Bickert, quien subraya la importancia que tiene para Facebook el poder de mantener el contenido ofensivo publicado en internet “para denunciar, condenar, expresar la solidaridad o el horror”.
YouTube también guarda los “videos publicados con una clara intención de informar o de documentar” los hechos como una referencia histórica.
DIFICULTA EL RASTREO
Pero la proliferación de los mensajes hace titánica cualquier tarea. Llanso señala que mientras “millones de contenidos se reciben cada día, haciendo imposible la idea de una posible supervisión proactiva”, al mismo tiempo “hacer una evaluación subjetiva del material es difícil de una forma automática”.
Actualmente hay software que de hecho puede detectar infracciones de derechos de autor o contenido pedófilo de forma automática, mediante la comparación con archivos de referencia proporcionados por los estudios de cine o imágenes oficiales de pornografía infantil, pero no hay ningún archivo o perfil estándar para contenido a favor del terrorismo, por lo que los especialistas urgen a desarrollarlos.
‘DEBEMOS MEJORAR LA ESTRATEGIA’
Estados Unidos no logra combatir la propaganda de manera satisfactoria y el mensaje de los yihadistas muchas veces tiene buena resonancia entre los jóvenes, advirtió el pasado lunes el máximo general de Estados Unidos.
“Creo que probablemente nos merecemos un pésima nota en términos de lo que estamos haciendo en este momento”, expresó el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Joe Dunford, en una reunión de seguridad nacional en Washington.
Dunford dijo que en occidente la gente tiende a ignorar el poder que ejerce el grupo Estado Islámico (EI) en las redes sociales.
“Podemos pensar que las ideas son absurdas e inmediatamente descartarlas. Eso es fácil de hacer, pero esas ideas tienen resonancia. Aunque nos parezca increíble resultan atractivas entre jóvenes que pueden estar completamente alienados, apartados o simplemente no enteramente integrados en nuestra sociedad y vivir en ella”, concluyó.
¿Tráfico ilegal?
La capacidad bélica de EI se asemeja a la de los ejércitos mejor equipados del mundo y todo fue posible gracias al tráfico de armas, que dejó que gran parte de las ametralladoras pesadas, sistemas de defensa aérea portátil, lanzagranadas y armamento que compró Irak en los últimos10 años a China y Estados Unidos.
Al día de hoy, no existe ninguna garantía de que las armas que envía EU y sus aliados al Ejército iraquí y sirio se utilicen para combatir a EI.
Incluso, el Depatramento de Estado reconoció que habían perdido de vista cerca de 190 mil armas que habían enviado a Irak, de acuerdo con un informe de Amnistía Internacional.
El grupo terrorista ha conseguido acceder a armas a través de otras fuentes: la captura o la venta del arsenal militar sirio y las armas suministradas a grupos armados de oposición en Siria por países como Turquía, los países del Golfo y EU.
COALICIÓN
» Arabia Saudita anunció ayer la formación de una nueva coalición para combatir al terrorismo, conformada por 34 países del Oriente Medio, Asia y África.
» La coalición estará formada por Arabia Saudita, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Palestina, Qatar, Kuwait, Líbano, Yemen y Turquía, en el Oriente Medio; y países asiáticos con importante población musulmana como Pakistán, Bangladesh, Malasia y las Maldivas.
» En África participarán Libia, Egipto, Túnez, Marruecos, Mauritania, Malí, Níger, Nigeria, Yibutí, Senegal, Benín, Chad, Togo, Sudán, Sierra Leona, Somalia, Gabón, Guinea, Costa de Marfil y las islas Comoras, en el Océano Índico.