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*México (3 de junio).- El Gobierno francés hizo un llamado el viernes a poner fin a una paralización nacional del transporte ferroviario y dijo a los pilotos de Air France que sus planes de comenzar una huelga eran “irresponsables”, cuando falta apenas una semana para que se inicie en el país el torneo de fútbol Eurocopa 2016.
Los llamados se producen en el tercer día de una paralización del transporte ferroviario que ha reducido los servicios de trenes en cerca de 50 por ciento, de cara a la apertura el 10 de junio de un torneo que debería atraer a uno 2,5 millones de aficionados, muchos de ellos desde el exterior.
A la huelga se suma la peor inundación en al menos 30 años luego de que el río Sena se saliera de su cauce en el centro de París, forzando al cierre de una línea de trenes suburbana y una suspensión en el transporte por barcaza de materiales de construcción, lo que generó graves atochamientos de tráfico.
El ministro de Transporte, Alain Vidalies, dijo que el Gobierno había cumplido con las demandas laborales de proteger los periodos de descanso de los trabajadores ferroviarios y ayudar con la carga de deuda de 50.000 millones de euros (55.760 millones de dólares) que afronta la firma de transporte SNCF, por lo que el sindicato CGT debería poner fin al paro.
“Es tiempo de reconocer que se han hecho progresos y que tenemos que volver a trabajar”, sostuvo el ministro a la radio RTL.
En tanto, el Gobierno socialista intervino en negociaciones internas para la reorganización de SNCF con la intención de reducir las tensiones e hizo concesiones para evitar un paro de los controladores de tráfico aéreo. Pero ahora afronta una huelga de los pilotos de la aerolínea Air France a partir de la próxima semana.
“Esto es irresponsable”, dijo el ministro, y añadió que nadie comprendía por qué se había convocado a una paralización por recortes salariales ya anunciados para un día después del inicio de un torneo de fútbol que se extenderá por un mes.
Aunque el desempleo ha caído a una tasa de casi 10 por ciento, las protestas y los efectos de unas torrenciales lluvias están haciendo poco por levantar la moral de los franceses, pese a las afirmaciones del presidente Francois Hollande de que “las cosas están mejorando” en el plano económico.