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*México (3 de junio).-
Más que por celebrar el Centenario del torneo, la Copa América 2016 es especial porque es la primera competencia oficial luego de los arrestos de los principales dirigentes de la Conmebol y la Concacaf.
El escándalo de corrupción que sacudió a la FIFA barrió también con varios de los miembros del Comité Ejecutivo del organismo y con las principales cabezas del futbol en el continente americano.
Es tiempo de limpia en las instituciones deportivas. Ya no están más los paraguayos Juan Ángel Napout y Nicolás Leoz y el uruguayo Eugenio Figueredo por la Conmebol, así como el hondureño Alfredo Hawit, el caimanés Jeffrey Webb y el trinitario Jack Warner por la Concacaf.
Las 16 Selecciones participantes en la Copa América Centenario tienen la responsabilidad de poner otra vez al futbol en el centro del debate.
“Nos parece que va a ser un evento especial, único, sobre todo por el caos por el que aún de alguna manera atraviesa el futbol internacional, el futbol mundial, y todos los escándalos de la FIFA.
“Y obviamente por el hecho de ser el Centenario de la competición, creemos que va a ser importante para todos y para nosotros en particular una oportunidad inmensa, única, de competir con los mejores”, dijo Juan Carlos Osorio, técnico de la Selección Mexicana, a CANCHA.
En 2015 y tras los arrestos, se especuló con la posibilidad de que Estados Unidos perdiera la organización del torneo ante el miedo de algunos dirigentes de ser arrestados también por el FBI.
Ayer, los elementos de la Selección Mexicana que tuvieron más minutos frente a Chile realizaron un “trabajo” regenerativo en la alberca del hotel de concentración mientras que el resto realizaron una práctica ligera para estar en condiciones y ritmo para ser tomados en cuenta en el juego del domingo ante Uruguay.