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Ciudad de México, México, febrero 15 de 2021
La falta de suministro de gas natural desde Texas por las bajas temperaturas que se registraron desde el sábado, fenómeno que provocó el paro de una capacidad de generación de 5,323 megawatts por hora en el sistema de transmisión nacional, que a su vez produjo un desbalance que dejó sin energía a 4.7 millones de clientes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) la mañana del lunes, tendrá un costo de 20,000 millones de pesos para la estatal eléctrica, como suministrador de último recurso ante contingencias de este tipo.
Según el director general de la subsidiaria comercializadora de combustibles CFEnergía, Miguel Santiago Reyes Hernández, se comprarán además dos barcos de gas natural licuado que llegarán por Manzanillo, Colima y Altamira, Tamaulipas, en las próximas horas.
A ello se añade que se está comprando gas a un precio de 200 dólares el millar de BTU desde que inició el descenso inusual de temperatura en Texas, porque se elevó de 123,000 a 136,000 millones de BTUs el consumo de gas en el país vecino del norte y la producción en yacimientos de este hidrocarburo cayó a la mitad en las últimas horas.
“La afectación que se espera se tenga en términos presupuestales es de 20,000 millones de pesos en estos cuatro días. Esos 20,000 millones de pesos, dado que se han metido a una alerta crítica estarían siendo prorrateados y absorbidos a lo largo de 12 meses, de tal manera que esperamos que no tenga afectaciones en la tarifa de electricidad, es muy importante esto, que la población tenga garantía de que la tarifa de electricidad no se verá afectada precisamente porque ya se tiene una estrategia de prorrateo a lo largo de los 12 meses de estos costos o estos altos costos en el precio del gas”, dijo el funcionario.
La falta de gas provocó que salieran de operación plantas de CFE y privadas. Por parte de los productores externos de energía salieron 3,339 megawatts y por parte de Comisión Federal de Electricidad 1,984, que se suman a unos 26 megawatts de generadores del mercado, con lo que en total fueron 5,323 megawatts lo que se perdió durante algunos minutos en algunos puntos, o varias horas, en otros. Con una demanda promedio de 40,000 megawatts por hora en el horario de las siete de la mañana, se puede calcular que se dejó de suministrar 13% de la demanda nacional en ese momento.
El apagón tuvo una afectación en 4.7 millones de clientes, que son 66% de los que tiene la CFE en Chihuahua, Durango, Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y Zacatecas. En el total nacional, este número de clientes representa de igual forma el 13% de los que tiene contratados la estatal eléctrica para su suministro.
En su rol de suministrador de último recurso, ya que sea porque bajó su capacidad de generación o tiene que balancear el sistema si baja la de privados, la CFE puso a disposición del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) toda su capacidad de generación con plantas termoeléctricas que pueden operar con dos tipos de combustibles, que son Tula, Salamanca, Manzanillo, Petacalco, todas las centrales de Baja California 1, 2, 3, 4 y 5, además de las centrales vinculadas a la zona del noroeste del país: Topolobampo, Puerto Libertad, Guerrero Negro; las que se encuentran en el centro del país: Villa de Reyes, Altamira, Lerdo, Samalayuca, Lerma, y las de la península de Yucatán: Mérida, Valladolid.
La Comisión Federal de Electricidad también puso a disposición toda su capacidad hidroeléctrica de reserva para el Cenace.