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MEXICO, D.F., 20 de enero.- Javier Morales Gómez, de Los Implacables del Norte. Asesinado en Michoacán en diciembre del 2006. “En pleno jardín Juárez de Huetamo, Michoacán, en el cuarto día del operativo conjunto de fuerzas federales para combatir el narcotráfico en aquella Entidad, ayer fue asesinado de seis balazos, mientras hablaba por teléfono celular”, dice Crónica. Ocurrió en el inicio de la guerra contra el narco de Felipe Calderón.
Zayda Peña, del grupo Zayda y los culpables. Sicarios la “remataron” en un hospital después de que le dispararan en un motel de Matamoros, Tamaulipas. Según algunos medios, se le asesinó “por una venganza pasional lésbica… Se especula que un ex novio de la mujer con la que estaba la cantante en un motel es el presunto culpable del homicidio”.
Sergio Gómez, vocalista de K-Paz de la Sierra, fue torturado y asesinado en Michoacán. En diciembre del 2007, según versiones mediáticas, “al término de su presentación en la explanada del Estadio Morelos –junto al cantante Joan Sebastián–, los integrantes del grupo, a bordo de una camioneta, se dirigían a la autopista Occidente con rumbo a Vallarta, pero en la salida a Salamanca, frente al fraccionamiento Erandeni, fueron interceptados por un grupo armado”.
El Loco Elizalde, Carlos Vicente Ocaranza, fue masacrado a balazos en el 2009 al salir de un bar en Jalisco. El cantante ya había recibido varias amenazas de muerte. Su representante, Jorge Altamirano Pelayo, de 23 años, que también recibió varios impactos de bala a la salida del lugar, murió en un hospital de Guadalajara.
Sergio Vega, El Shaka. Fue asesinado en junio del 2010 en Sonora. Le dispararon 30 veces.
Fabián Ortega Piñón, El Halcón de la Sierra. En octubre del 2010 La Jornada informó que este cantante fue asesinado “junto con dos personas más en el tramo carretero La Junta-Tomochi, en la zona serrana. Esta muerte se suma a la de otros cantantes gruperos en años pasados”.
Alberto Lizárraga, de Estrellas de Sinaloa. Nieto del famoso Cruz Lizárraga se le hirió a las afueras del antro Antares, en Mazatlán. Lizárraga “fue atendido por paramédicos y trasladado al hospital de la comunidad en donde perdió la vida tras ser intervenido en el quirófano”, dijo Terra en marzo del 2011.
Diego Rivas, cantante de narco-corridos. El 13 de noviembre del 2011, informó la prensa, en Culiacán, Sinaloa, a plena luz del día, un comando abrió fuego contra él y otras cinco personas cuando bebían alcohol en la vía pública.
La Quinta Banda. Medios de comunicación reportaron en febrero del 2012 que “un ataque que tenía como objetivo principal a miembros de La Quinta Banda, dejó como saldo a 5 integrantes de la agrupación sin vida, así como a 4 personas más”. Los hechos ocurrieron en Chihuahua en el bar Far West, donde la policía aseguró 100 casquillos de diferente calibre.
José Baldenegro Valdez, de Enigma Norteño. Su cuerpo sin vida “localizado envuelto en una cobija en la comunidad de San Manuel, perteneciente a la sindicatura de Aguaruto”, en Sinaloa. Se le había levantado 24 horas antes. Los hechos ocurrieron en marzo del 2012.
Jesús Quintero El Traviezo, cantante de narco-corridos. Fue asesinado en julio del 2012 en Sinaloa.
Kombo Kolombia. En enero del 2013 los integrantes de este grupo fueron asesinados. El diario español El País así narró los hechos: “La mayor matanza de músicos que se recuerda, la primera en el mandato del Presidente Enrique Peña Nieto, ocurrió un viernes de madrugada en medio de ninguna parte del Noreste de México. Los 14 músicos y tres ayudantes del grupo Kombo Kolombia, especializado en vallenato, fueron secuestrados pasada la medianoche cuando actuaban en una fiesta privada en la cantina La Carreta, a unos 40 kilómetros de Monterrey, capital del Estado de Nuevo León. Días después, sus cadáveres fueron encontrados con un tiro de gracia en el fondo de un pozo donde habían sido arrojados uno a uno como en el más macabro cuento infantil”.
Padrinos de la Sierra. La prensa informó en el 2007 que “tres integrantes Los Padrinos de la Sierra fueron ejecutados a balazos por un comando en Durango. El conjunto musical, integrado por chihuahuenses, fue contratado para amenizar una fiesta en la región serrana, en un poblado conocido como Las Banquetas. Los músicos tocaron varias horas; al finalizar el baile recogieron el equipo y se regresaron rumbo a Parral, Chihuahua, donde tenían su residencia. Sin embargo, en el trayecto fueron emboscados por desconocidos”.
Tecno Banda Fugaz. En febrero del 2007 “cuatro integrantes del grupo musical Tecno Banda Fugaz fueron ejecutados con rifles AR-15, en el centro de la comunidad de Puruarán, en el municipio de Tacámbaro”. Eso lo informó la Procuraduría de Michoacán. Los músicos fueron agredidos cuando regresaban de la comunidad de Las Caramicuas, donde amenizaron un baile.
Valentín Elizalde. En noviembre del 2006, en Tamaulipas, “con ráfagas de metralletas y rematado a corta distancia con un arma corta, fueron asesinados el cantante Valentín Elizalde y dos personas que lo acompañaban en los terrenos de la Feria y Exposición de Reynosa, al finalizar su presentación en el palenque”.
Gibrán Martiz. Ahora, aunque no es profesional, sí cantaba y era públicamente conocido por su participación en La Voz México, de Televisa, fue asesinado Gibrán Martiz, tras un tiroteo que tuvo lugar en el tramo carretero Huatusco-Conejos, en Veracruz.
Jenni Rivera. Y si bien oficialmente fue un accidente de aviación, para muchos, como para medios internacionales de gran relevancia, pudo ser un atentado lo que pasó con Jenni Rivera: La muerte de la Diva de la Banda “podría estar ligada a la organización delictiva mexicana más sanguinaria del hemisferio, Los Zetas, y no precisamente como resultado de las amenazas de Twitter aparecidas en los medios a este respecto y que eran totalmente falsas, sino al lavado de dinero de este Cartel mexicano en suelo estadounidense”.
Las informaciones hablan de “una entramada y compleja relación entre los cárteles mexicanos de la droga y el supuesto lavado de dinero ilícito a través de los contratos de algunos gruperos y deportistas de élite en los Estados Unidos. Hechos, que podrían haber tenido consecuencias directas en la muerte o asesinato de Jenni Rivera”.
En investigaciones sobre el lavado de Los Zetas en Estados Unidos “aparentemente, el nombre de Jenni Rivera habría salido a relucir, porque esta mujer con pantalones, ejemplo de fortaleza y nobleza, valiente y trabajadora incansable, habría dicho un ‘no’ tajante al ofrecimiento de poner sus finanzas al servicio del blanqueo de dinero por parte de Los Zetas”.
Como se ha dicho en algunos medios, “esta teoría, de ser cierta, explicaría por qué el aparato un Lear jet 25 con matrícula N3445MC llegara a tierra prácticamente desintegrado. Los metales y restos humanos quedaron dispersos a varios centenares de metros a la redonda y en las copas de los árboles. El aparato, lejos de una falla mecánica o del piloto, podría haber explotado como consecuencia de un explosivo escondido, que al alcanzar el nivel de presión necesario, lo habría hecho estallar en pedacitos y desaparecer inmediatamente del radar”.
¿Por qué tantos crímenes contra cantantes? Edmundo Pérez, en el libro Que me entierren con narcocorridos lanza dice que las razones son diversas: al inicio de sus carreras algunos reciben apoyo del crimen organizado. Esto les lleva a amenizar las fiestas de los capos e inclusive a componerles canciones a favor de ellos o contra sus rivales. Conforme los cantantes progresan, llega el momento en que se niegan a seguir haciendo caso a sus patrocinadores iniciales, lo que molesta a los jefes de la mafia que simplemente se deshacen de ellos. Otro posible móvil es que los cantantes se nieguen a pagar extorsiones. (SDP Noticias)