717 palabras
Bangui (20 de enero).- La alcaldesa de Bangui, Catherine Samba-Panza, fue elegida el lunes por el Parlamento presidenta interina de República Centroafricana, con la misión de restaurar la paz en este país sumido en las violencias interreligiosas.
En sus primeras declaraciones tras la elección, la flamante mandataria, de 60 años, alcaldesa de Bangui, la capital, lanzó un vibrante llamamiento a deponer las armas.
“Manifestad vuestra adhesión a mi mombramiento con una señal fuerte, deponiendo las armas”, para que “cese el sufrimiento de las poblaciones”, declaró.
Samba-Panza obtuvo 75 votos, frente a 53 para Désiré Kolongba, hijo de un ex mandatario, según el recuento leído en la sala y recibido con aplausos de la asistencia, que entonó el himno nacional.
“Lanzo un llamamiento vibrante a mis hijos anti-balaka (milicianos cristianos) que me escuchan y a mis hijos exSeleka (combatientes musulmanes) que me escuchan también, deponed las armas”, añadió.
“A partir de hoy soy la presidenta de todos los centroafricanos, sin exclusividad (…) la prioridad es hacer cesar el sufrimiento de la población, restaurar la seguridad y la autoridad del Estado en todo el territorio”, dijo.
El presidente francés François Hollande, que juega un papel motor en la movilización de la comunidad internacional sobre la crisis en República Centroafricana –antigua colonia francesa– la felicitó, asegurándole, un mes y medio después del inicio de la intervención militar francesa Sangaris, que “Francia permanece a su lado en esta tarea difícil”.
Poco antes, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, había llamado a “una acción inmediata y concertada” en República Centroafricana, durante una sesión especial en el Consejo de derechos humanos en Ginebra, para la creación de un puesto de experto independiente sobre ese país.
La República Centroafricana está sumida en el caos desde que en marzo de 2013 una coalición rebelde de mayoría musulmana, los Seleka, derrocó al presidente François Bozizé. La violencia tomó un cariz confesional entre cristianos (80% de la población) y musulmanes. Más de 1.600 soldados franceses se desplegaron hace un mes en el país, en el marco de un mandato de la ONU, junto a unos 4.000 militares de la Fuerza Africana de Mantenimiento de la Paz (Misca).
La Unión Europea (UE) aprobó este lunes en Bruselas una operación militar bajo la bandera del bloque, en apoyo a esas tropas, y la comunidad internacional prometió ayudas por casi 500 millones de dólares en 2014, para poner “fin a la grave crisis” humanitaria.
También en Bruselas los países donantes se comprometieron a aportar 500 millones de dólares para Centroáfrica en 2014, indicaron la UE y la ONU que se movilizan “totalmente” para intentar poner fin a la grave crisis humanitaria que afecta a ese país, declaró la comisaria europea para la ayuda humanitaria, Kristalina Georgieva.
Un mes y medio después del comienzo de la operación Sangaris, el 5 de diciembre, la seguridad mejora progresivamente en la capital, donde están acantonados la mayor parte de los soldados franceses, pese a algunos brotes de violencia.
En este país de más de 600 mil km2, muy pobre pese a su potencial minero y agrícola, un despliegue de fuerzas sigue siendo bastante complicado en las zonas remotas.
Los testimonios de los habitantes y de ONG hablan de una situación caótica y fuera de control.
La Cruz Roja Internacional (CICR) y la Centroafricana anunciaron el domingo que habían descubierto al menos 50 cadáveres desde el viernes en el noroeste del país.
Además de la pacificación, la nueva presidenta debe igualmente poner a funcionar de nuevo una administración totalmente paralizada, y permitir a centenares de miles de desplazados regresar a sus hogares, para solucionar esta crisis humanitaria que afecta a la mitad de los 4.6 millones de centroafricanos.- (Agencias)